La imagen de la Virgen de la Soledad de la cofradía el Perdón es obra del escultor José Sánchez Lozano. Fue realizada en la posguerra para sustituir a otra Soledad que se veneraba en un altar de la iglesia de San Antolín. En esos años fatídicos la iglesia fue destruida y junto a ella, la imagen de la Virgen. La nueva Soledad encargada al escultor por Carmen Pérez Moreno de López-Mesas, y cuyos camareros actuales son los hermanos Albacete López-Mesas, permanece en un lugar privilegiado de la parroquia de San Antolín: en el altar de la capilla de la Comunión, donde se reza a diario el Santo Rosario y se celebra también la misa de diario.

La Soledad de San Antolín era el paso con que, desde sus orígenes, se cerraba la procesión de penitencia del Prendimiento en los años de 1600, pero que se convertiría en hermandad en el desfile de la cofradía del Perdón.

Fue entre 1854 y 1855 cuando hubo en Murcia unos brotes de cólera, pero la mayor epidemia se desarrolló en el año 1885 siendo muy mortífera, y en ese tiempo se sacó en rogativa a la Virgen de la Soledad por las calles de la ciudad.

De hecho, en las noticias locales del 15 de octubre de 1885 se menciona, tal y como recuerda Avilés, que «en la procesión que saldría el próximo domingo a las cuatro de la tarde de la iglesia de San Antolín, irá la imagen a quien se hizo rogativas durante la epidemia de cólera y las señoras que gusten concurrir a la procesión irán acompañando a Nuestra Señora de La Soledad». Sea como fuere, desde el primer Lunes Santo por las calles murcianas de la cofradía del Perdón, en 1897, la Soledad ha figurado en el cortejo magenta.