La presencia policial llama la atención a los vecinos que transitan sobre las once y media de la mañana por la peatonal, y en esta ocasión acordonada, avenida de la Libertad de Murcia, una de las vías más transitadas de la ciudad, donde se encuentra el principal centro comercial de El Corte Inglés. Los vecinos, alarmados, ven cómo hay varias personas en el suelo, que son de carne y hueso, y no los maniquíes que suelen utilizar en los simulacros que suelen realizar las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

Y es que la Jefatura Superior de Policía Nacional en Murcia llevó a cabo ayer, con motivo de las actividades que se están realizando en la Región por la festividad de los Ángeles Custodios, un simulacro de actuación ante la explosión de un artefacto, que fue «más real que nunca», según el inspector jefe Javier de Pedro, portavoz de la Policía, al contar también con la participación de alumnos de la Escuela Superior de Arte Dramático. Las unidades policiales acordonaron la zona, repleta de viandantes a esa hora, y tras la primera explosión, pusieron en marcha todo el protocolo que se lleva a cabo ante sucesos de este tipo. Lo primero, evacuar a los heridos (tres fallecidos, tres graves y seis leves). Más tarde, hallar restos de explosivos de la zona, para lo cual es fundamental la actuación de los perros adiestrados.

Un can de la Unidad de Guías Caninos del Cuerpo Nacional de Policía encontró una segunda mochila en la avenida de la Libertad, de la que se ocuparon los policías especializados en la desactivación de explosivos, los TEDAX. El simulacro permitió que los murcianos vieran en acción el robot teledirigido que utiliza la Policía -pese a que el empleado ayer fue el que se utiliza para las exhibiciones, no el que la Jefatura Superior tiene en el centro policial de Sangonera- para desactivar o explosionar de manera controlada los artefactos que se encuentran. Esta vez los dos zumbidos sí retumbaron en los tímpanos de los asistentes. Algunos pensaron que se estaba produciendo un tiroteo en pleno centro de Murcia. Pero no. El robot, que cuenta con tecnología puntera y un importante blindaje, había hecho su trabajo y el peligro había pasado.

Entonces llegó el turno para los integrantes de la unidad de la Policía Científica, todos ataviados con sus trajes y aislantes y las mascarillas protectoras, que son los encargados de recoger todos aquellos vestigios que luego sirven para esclarecer las investigaciones. Fueron los que más tiempo estuvieron en la zona. Y es que deben ser muy escrupulosos para que no se les escape el más mínimo detalle, pues la cosa más insignificante a primera vista se puede convertir en una certeza clave.

El simulacro fue supervisado por medios aéreos, a través de un helicóptero policial que sobrevoló la zona y en el que viajaban el jefe superior de Policía en Murcia, Cirilo Durán, el delegado del Gobierno, Antonio Sánchez-Solís, y el alcalde de Murcia, José Ballesta. Además de los actores de la Escuela Superior de Arte Dramático, en el simulacro participaron voluntarios de Protección Civil del ayuntamiento de Murcia y agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía.