«Algo debemos estar haciendo bien porque la Región de Murcia es la cuarta comunidad con menor ratio de personas que se han suicidado». Así lo expresó ayer el subdirector de Salud Mental del Servicio Murciano de Salud (SMS), Carlos Giribert, quien explicó que en 2013 en la Comunidad se habían quitado la vida 102 personas -dos por semana-, de los cuales 78 eran hombres y 24 mujeres.

Giribert hizo estas declaraciones en el marco de la presentación de la campaña Ponle ganas a la vida que el Telefono de la Esperanza ha puesto en marcha con motivo de la celebración, hoy, del Día Mundial de prevención contra el suicidio.

Respecto a 2012 se han producido cuatro casos menos, aunque ha habido cuatro suicidios más entre las mujeres (ocho menos entre los hombres). Este hecho se constata estadísticamente, ya que pese a que a nivel general siguen descendiendo los casos desde el año 2011, las murcianas se quitan cada vez más la vida desde 2009.

Aunque la tendencia en la Región es de descenso, el subdirector de Salud Mental puso sobre la mesa el dato de que al año, en todo el mundo, deciden suicidarse un millón de personas, un número superior a los fallecidos en las guerras, en los accidentes o en otro tipo de actos violentos.

Giribert indicó que aunque los datos están ahí «lo importante es que todo suicidio es prevenible», extremo con el que coincidió la directora del Teléfono de la Esperanza, María Guerrero: «Es importante que la sociedad sea consciente de que se pueden evitar, y serían deseables campañas impactantes como las que se hacen contra los accidentes de tráfico o contra la violencia de género».

En las cuatro décadas que lleva funcionando este servicio, los voluntarios del Teléfono han atendido en la Región a más de 21.000 personas con tendencias suicidas.

Curi0samente, mientras que son los hombres los que más se suicidan, son las mujeres quienes más lo intentan, y quienes más ayuda demandan.

El subdirector de Salud Mental comentó que las tentativas de suicidio son entre 20 y 30 veces más que el número de los que finalmente lo hacen y puso el acento en que «el problema no es ya la persona que se quita la vida, sino los que le rodean».

Por eso, consideró necesario incidir en los factores que pueden desencadenar este deseo, ya sea causas sociales, familiares, socioeconómicas, de salud mental... «Es un asunto muy complejo que necesita que se pongan en marcha multitud de actuaciones», por lo que se congratuló del trabajo que realizan los voluntarios del Teléfono de la Esperanza.

Además, el Servicio Murciano de Salud, ha incluido en la web Murcisalud.es el link 'Prevención Suicida Murcia', elaborada por personal de Salud Mental, como la experta en depresión y suicidio del hospital Psiquiátrico de El Palmar, Loreto Medina. En este espacio se recoge todo tipo de información para facilitar el acceso al apoyo que necesiten familiares o amigos de los posibles suicidas.

«No es verdad que el que dice que se va a matar no lo hace, porque está ahí en su cabeza y siempre queda esa posibilidad; el que realmente no se mata es el que no lo dice», apuntó Medina.

Guerrero insistió en que «quien se suicida lo que quiere realmente es matar la vida que tiene en ese momento porque no sabe cómo solucionar el problema».

Todos los expertos coincidieron en que, para lograrlo, el entorno de la persona suicida es de vital importancia ya que pueden detectar «ese grito de ayuda» no dejando pasar frases o actitudes que suenen a despedida.

«No deben tener miedo a preguntar, a indagar, en lo que le está pasando a esa persona», insistieron, añadiendo que le pueden salvar la vida.

Actividades para hoy

El Teléfono de la Esperanza, con motivo de esta commeración, ha organizado para hoy una concentración en la Plaza de Santo Domingo de Murcia, a las 20 horas, bajo el lema 'Luz para la esperanza' en la que se encenderán velas como símbolo de la ayuda que se puede prestar y se leerá, al término del encendido, un manifiesto en favor de la vida. Se soltarán globos en recuerdo de los que se suicidaron. Además, habrá durante todo el día casetas informativas.