La Fundación Jesús Abandonado prevé inaugurar un centro de día con espacio para medio centenar de personas, ubicado detrás del comedor social de la calle Barahundillo, a fin de atender a personas que durante el día están en la calle o no tienen donde ir.

El objetivo, según explica un trabajador socail de la Fundación, «es continuar con el trabajo que se está haciendo, sobre todo, con personas que están vinculadas al comedor social pero que, durante el día, no tienen ninguna actividad ni sitio donde ir ni en verano ni en invierno», ofreciéndoles distintos talleres y un lugar de acogida para donde estar durante el día.

«Está orientado a aquellas personas con las que ya se realiza un trabajo, personas conocidas, con las que intentamos trabajar otros niveles, desde la adquisición de habilidades a trabajar el tiempo libre o diferentes ámbitos de la persona", enfatizó.

Aunque «no hay tope de personas para atender», sí existen «diferentes actividades en cada taller, orientadas hacia una u otras personas», que desarrollarán educadores y trabajadores sociales, así como voluntarios de la Fundación, al objeto de convertirlo en «un lugar de acogida y descanso» y con la pretensión de abrir mañana y tarde, detalló Enric Pastor, quien ha quiso destacar que la voluntad de la Fundación es evitar, a través de los diferentes servicios, «que las personas vuelvan a la calle».

Y es que, en los últimos años han ido surgiendo una serie de necesidades «a las que la Fundación ha querido dar cobertura», abriendo programas de vida autónoma, con una pensión social o una red de pisos o programas de búsqueda de empleo, «gracias a la solidaridad de los murcianos». De hecho, unas 250 personas pernoctan todos los días en las diferentes instalaciones con las que cuenta la Fundación Jesús Abandonado en la ciudad, como el Centro de Acogida de Media-Larga Estancia, ubicado en la carretera Santa Catalina, donde duermen diariamente unas 150 personas.

No obstante, el acceso a una vivienda digna, estable e independiente constituye un aspecto fundamental en el desarrollo de una vida autónoma, aseguran. Y, en este sentido, las viviendas con apoyo y housing first es un recurso que ofrecen para personas en riesgo de exclusión, que ofrece un alojamiento privado y adecuado a su situación personal y económica.

En cuanto al comedor social, especificó que se están dando aproximadamente unas 280 comidas y otras 280 cenas, «una cifra muy superior con respecto a años».