El Segura, centro neurálgico de la Feria de Septiembre, amaneció ayer cubierto de espuma, apenas unas horas después de que sus aguas fueran testigo de una exhibición de nado y piragüismo.

Desde primera hora de la mañana, varios vecinos llamaron a la Confederación Hidrográfica del Segura preocupados por el estado del río, pero para ese momento el organismo de cuenca ya se había puesto manos a la obra en busca de esclarecer las causas.

Una situación idéntica, el pasado mes de julio, había puesto sobre aviso a la Confederación que, en vistas de la previsión meteorlógica, desplegó un operativo en la localidad que sirvió para que los agentes medioambientales de la CHS confirmaran sus «sospechas».

Pese a que todavía se desconocen los resultados de las muestras recogidas por los técnicos, la Confederación abrió ayer expendiente sancionador contra la misma empresa que hace dos meses ya fue multada por sus vertidos sobre el río Segura, aunque -por motivos de confidencialidad- su nombre no ha trascendido. «Estábamos prevenidos. Esperábamos un momento de lluvias para cazar al culpable», aseguran fuentes de la CHS, que valora la posibilidad de trasladar ante la fiscalía los expedientes por si los hechos pudiesen suponer un ilícito penal.

En este sentido, el ayuntamiento de Murcia se mostró «inflexible» contra quienes contaminen el río, por lo que «se va a recurrir a cualquier medio necesario, ya sea la apertura de expedientes o incluso las denuncias por la vía penal por la comisión de delitos contra el medio ambiente».