Tiendas de campaña, sacos de dormir, botellas de agua, comida, juegos de mesa y paciencia. Mucha paciencia. Esos son algunos de los ingredientes necesarios para aguantar las múltiples horas de espera y las largas colas que implica el fenómeno fan. Llegan desde diferentes puntos de la geografía murciana e incluso de comunidades autónomas limítrofes como la Valencia o Castilla-La Mancha con un único objetivo: presenciar en primera fila el concierto de su ídolo.

La Región de Murcia vive esta semana las consecuencias de esta pasión desmedida en dos de sus escenarios más ilustres. La Plaza de Toros y el Cuartel de Artillería serán testigos directos de este fenómeno debido a los conciertos que darán a lo largo de esta semana Alejandro Sanz -miércoles- y Pablo Alborán -viernes- respectivamente. No obstante, a sus puertas, acampan ya decenas de personas a las que ni la multitud de horas de espera ni las largas colas les quita la sonrisa y la ilusión que pregonan por bandera. Ni siquiera son ningún impedimento las altas temperaturas, que alcanzan esta semana los 40 grados, ni la lluvia que cayó en la jornada de ayer en la ciudad de Murcia.

El grupo de fans de Alejandro Sanz

Las fanáticas más impacientes fueron las de Pablo Alborán, que se instalaron el pasado viernes a las puertas del Cuartel de Artillería. Por delante tendrán una semana completa, día y noche, para conversar de su pasión por el cantante. «Y las 24 horas», exclama entusiasmada Miriam Abellán, de 15 años, quien añade que «incluso la espera se nos pasa rápido. Merece la pena». Para los que no corre tan deprisa es para los familiares, a los que sólo el paso de los años les ayuda a entender la enfervorizada pasión. «Al principio decían que era una locura, pero parece que ya empiezan a asimilarlo», explica Bárbara Martínez, de 19 años, a la que sus padres acabaron llevándola a Málaga para ver a Pablo Alborán cuando previamente ni le dejaban comprar la entrada.

El otro ejemplo de la llegada del fenómeno fan a Murcia se puede ver en la Plaza de Toros. A la altura del Foso, se encuentra más de una decena de mujeres provistas de sillas de playa. Pertenecen al grupo de fans del artista malagueño, del que portan su camiseta. Llegaron el lunes a las seis de la mañana y aguardarán hasta el miércoles por la noche.

La espera culminará cuando su ídolo haga acto de presencia en el escenario. Un momento ante el que Almudena Tenza, la más veterana, con 20 años, de uno de los grupos hace cola para ver a Alborán, dice que no sabe cómo responderá. «Saltaré, gritaré, lloraré, haré fotos, vídeos...», relata con la imagen en la cabeza. La experiencia de haber presenciado varios conciertos de la presente gira