Las seis personas que continuaban detenidas por la macrorredada que llevó a cabo la Policía Nacional en la barriada murciana de La Paz, para desmantelar un punto de venta de droga al menudeo en la zona conocida como 'El chalé' y en la que fueron arrestados 31 ciudadanos, quedaron en libertad ayer tras prestar declaración ante la titular del Juzgado de Instrucción Número 2 de Murcia, que instruye las diligencias tras la operación policial.

Los seis detenidos, entre ellos el supuesto cabecilla de la trama de venta de sustancias estupefacientes, Enrique D. C. G 'Kiko', que se entregó voluntariamente, quedan imputados por un delito de tráfico de drogas y tienen la obligación de comparecer los días 1 y 15 de cada mes en el juzgado. El presunto cerebro de la organización, asistido por el abogado Raúl Pardo-Geijo, fue puesto en libertad con fianza sin necesidad de declarar, según el letrado.

La operación tuvo lugar el pasado lunes por la tarde en la barriada murciana de La Paz y fue desarrollada por el Grupo de Estupefacientes de la Policía Judicial, con la colaboración de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional. También acudieron miembros de la Brigada de Policía Científica y el Grupo Operativo de Inspecciones Técnicas (GOIT), que son los encargados de derribar las puertas de las viviendas en las que supuestamente se acumula la droga. En esta ocasión hubo más problemas de los habituales, por lo que los presuntos traficantes pudieron deshacerse del material antes de que los agentes entraran a detenerlos y registrar la casa. Por tanto, la cantidad de droga incautada fue escasa, tal y como admitió el Cuerpo Nacional de Policía.

Entre los 31 arrestados en un principio ('Kiko' se entregó un día después), había supuestos miembros de la organización delictiva y otros tantos que habían acudido a 'El chalé' solo a comprar y consumir droga, principalmente heroína. La Policía Nacional dejó libres a 26 detenidos tras tomarle declaración, poniendo solo a seis a disposición judicial.

3.000 euros al día

La zona de 'El chalé' está bajo estrecha vigilancia policial, pues suele haber redadas con frecuencia. Fruto de esas averiguaciones, la Policía estima que cada punto de venta de estupefacientes en este espacio puede generar unos 3.000 euros al día, según fuentes de la investigación. Este dinero se invierte después en la adquisición de bienes inmuebles y vehículos, que se registran a nombre de terceras personas para evitar que sean embargadas por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y las autoridades judiciales.