A las nueve de la mañana las prostitutas del barrio de El Carmen ya estaban preparadas. Los comercios sufrían por sus clientes cuando alguna meretriz pasaba frente a su escaparate y los padres vigilaban a sus hijos para que no viesen nada extraño en la puerta del colegio. La situación se tachaba como insostenible hasta la aparición de una nueva ordenanza para luchar contra la prostitución en el municipio de Murcia.

Con la implantación de la norma en noviembre de 2013, los vecinos respiraron aliviados y vieron en las multas una batalla casi ganada para disuadir a las mujeres a que ejercieran la profesión más antigua del mundo, y que se ha saldado con 126 denuncias en más de año y medio, según informaron fuentes de la Policía Local.

Desde ese momento, en las actuaciones policiales que se han llevado a cabo en el barrio carmelitano, se ha perseguido tanto a los clientes como a las personas que reciben una retribución por trabajos sexuales en espacios públicos. Aun así, las multas a las prostitutas triplican en número a las de los ´consumidores´, con 98 denuncias frente a 28.

Concretamente, 77 de las meretrices han sido multadas por infracción leve, que se sanciona con multas de hasta 750 €. Por otro lado, las infracciones graves se contemplan cuando los implicados se encuentran a menos de 300 metros de centros docentes, situación a la que se han enfrentado 21 prostitutas, que han tenido que abonar entre 750 y 1.500 euros para poder solventar su falta.

La reincidencia puede llevar a las meretrices ante el juez

  • En mayo de 2014, una de las ciudadanas que incumplió la ordenanza de forma reiterada (y que acumulaba más de diez denuncias) llegó a recibir tres faltas en menos de 24 horas. Esto provocó que la Policía Local instruyera diligencias contra la prostituta por desobediencia. Según lo dictado en el artículo 14.4 de la ordenanza, al recibir la denuncia están obligados formalmente ante acta para que abandonen el lugar y dejen de ejercer la prostitución. Por ello, siendo informados por los agentes de la ley de forma apropiada, los denunciados reincidentes serán llevados a juicio.

Cuando el denunciado no es una meretriz sino un demandante de servicios sexuales, la transgresión recibe el doble de pena. De los 28 que fueron denunciados, 25 incumplieron la ordenanza en un nivel leve, con multas de 750 a 1.500 euros. Por otro lado, los infractores graves -a menos de 300 metros de escuelas o institutos- deben enfrentarse a una multa que varía entre 1.501 y 3.000 euros; una falta que solo se ha impuesto, de momento, a tres personas.

Para Juan Antonio García, presidente de la Asociación de Comerciantes Carmelitanos, esta ordenanza ha «mejorado bastante» la situación del barrio. «Se ve a los municipales en coordinación con los nacionales y se nota que se están esforzando», pero aún hace falta «un empujón más grande para que pueda desaparecer realmente. Si se diese una vuelta de tuerca podría eliminarse del todo». El comerciante dirige sus esperanzas en la llegada del AVE, ya que, además de mejorar la economía, «se colocarían cámaras de vigilancia que ejercerían un efecto disuasorio», explicó.

Por otro lado, Paquita López Comallonga, presidenta de la Asociación de Vecinos Carmelitanos, coincide con Juan Antonio en que «el barrio está más tranquilo», pero añade que las prostitutas «aprovechan este mes en el que no hay mucha presencia policial para volver a sus andanzas». Según ella, la mayoría de los vecinos opinan que «no hay suficientes medios» y que «en momentos puntuales se ven muchas mujeres». Aún así, Paquita tiene fe en el nuevo Gobierno local y mantiene que «debe tener su oportunidad de trabajar y hacer las cosas bien».

Protestas que indignaban a los vecinos

  • El 9 de noviembre de 2013 se implantó en el municipio de Murcia una ordenanza para combatir la prostitución en barrios en los que la exhibición sexual era el pan de cada día. Los vecinos del barrio de El Carmen que vivían en la manzana que conforma la calle José Antonio Perea e Industria, Paseo de Corvera y calle Floridablanca protestaban por las peleas, los escándalos nocturnos, el aumento de la prostitución, así como la venta de drogas, a cualquier hora del día.
  • Paquita López Comallonga, presidenta de la Asociación de Vecinos Carmelitanos explica a esta Redacción que «la convivencia de los ciudadanos antes de la ordenanza era insostenible».
  • En 2001 comenzaron las primeras pinceladas de lo que se convertiría en un «barrio castigado por la prostitución», según explica Paquita. «Las prostitutas se encontraban en la calle y cerca de los colegios sin que nadie hiciese nada por remediarlo y siempre estábamos en contacto con la Policía Local y Nacional», recuerda la presidenta de la asociación. «El día a día era verdaderamente incómodo porque las prostitutas no paraban de insinuarse a todos los hombres que paseaban por las calles». Pero lo que más molestaba a los vecinos era ver como «presuntos clientes se acercaban a las chicas jóvenes para preguntarles el precio de los servicios, pese a no dedicarse al asunto». En 2012, los vecinos del barrio de El Carmen recogieron 6.000 firmas para que el Gobierno local actuará contra esta situación que se solucionó con una ordenanza.

Las zonas de actuación de la ordenanza se mantienen en el municipio de Murcia, siendo las zonas más vigiladas los espacios vecinales con colegios cercanos. Concretamente, el barrio de El Carmen es el más cuidado por la afluencia de venta de servicios sexuales, actos que se persiguen por la mañana, tarde y noche.