Clemente García, que fue secretario general de la CROEM hasta junio de 2011, acaba de dejar el Consejo Económico y Social después de 22 años en este órgano consultivo de la Comunidad Autónoma, del que ha formado parte de su constitución. A lo largo de estos años ha tenido un protagonismo especial como representante de la CROEM e incluso «el honor» de ejercer de presidente el día de su constitución «por razón de edad».

De aquel momento recuerda que había dado por hecho que debía ocupar la presidencia el catedrático de Derecho del Trabajo Jesús Galiana, otro de los integrantes más veteranos, y que incluso lo animó a prepararse para el momento. Su sorpresa fue que Jesús Galiana aseguraba ser más joven que el entonces secretario general de la CROEM, así que «nos tocó sacar los DNI» para resolver la disputa, explicó.

A su juicio, la creación del CES «es uno de los mayores aciertos que se han producido en el proceso autonómico», dado que era la primera institución en la que participaban los sindicatos, la patronal, las organizaciones ecologistas, los consumidores y las organizaciones agrarias. El funcionamiento de este órgano y la función que ha ejercido desde entonces como foro de debate de las leyes de carácter económico y social y de la realidad de la Región le lleva a asegurar que el CES ha sido «una escuela de concertación». Aseguró que todos los integrantes del Consejo llegaban con el convencimiento de que «había que ceder».

La capacidad para limar discrepancias y llegar al consenso ha permitido que todas las decisiones adoptadas desde 1993 se tomaran por unanimidad, a excepción de una en «la que se produjo un voto particular. El resto fueron adoptadas por unanimidad».

Al margen de la influencia que la opinión del CES haya podido tener en el Ejecutivo regional, considera que «hagan o no hagan caso los políticos», la función para la que fue creado se cumple desde el momento en que su voz llega «a la opinión pública». De todas las leyes que han sido informadas considera que la más polémica ha sido la de Medio Ambiente. También resultó polémico el primer proyecto de ley que debatió el CES, en el que se establecía la apertura del comercio en días festivos, dado que surgió con una oposición de los comerciantes.

Respecto a la polémica que ha originado la tramitación de la Ley Electoral, que fue presentada directamente en la Asamblea Regional por los grupos parlamentarios de la oposición sin pasar por el CES ni por el Consejo Jurídico, en contra de la opinión del PP, Clemente García asegura que la reforma «no debía ser objeto de dictamen». Sin embargo, considera que la ley debía haber contemplado una segunda vuelta para facilitar la gobernabilidad en caso de que ningún partido consiga los votos suficientes para gobernar. También aboga por establecer un mecanismo que prime al partido más votado para evitar la inestabilidad. Recordó que el establecimiento de la circunscripción única ha sido el caballo de batalla desde los inicios de la autonomía y resaltó el empeño que los antiguos diputados de IU Pedro Antonio Ríos, Joaquín Dólera y José Antonio Pujante pusieron en la reforma.

Considera acertada la reforma del Impuesto de Sucesiones, dado que «hay 700 renuncias a herencias por culpa de la carga tributaria» y ve bien la creación de una consejería de Política Social, dada la situación a la que se enfrentan muchas familias, aunque cree que el objetivo del nuevo Gobierno debe ser «rendir más y gastar mejor».