Un total de 104 menores de primero de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) participaron en el proyecto piloto de intervención socio-educativa 'Ícaro', que lleva a cabo la consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades.

Esta iniciativa surge de la necesidad de atajar una problemática incipiente que lleva a algunos menores (de entre 11 y 13 años de edad) a cometer actos tipificados como delito o falta, de los que no se les puede hacer responsables, por no tener edad penal, ya que la Ley del Menor señala que la solución a la delincuencia de los menores de 14 años «había que buscarla en los ámbitos educativos y familiar». El sistema penal entiende que es en la familia y en el proceso educativo dónde están las claves para tratar este desafío.