Tres jóvenes han sido detenidos por robar en un domicilio de la pedanía murciana de San José de la Vega, donde habían entrado por encargo de la hija de los dueños de la vivienda. Ésta también ha sido detenida, según ha informado la Policía Nacional.

El robo se produjo la semana pasada y de la vivienda se llevaron seis electrodomésticos (frigorífico, lavadora, aire acondicionado, dos televisores y un altavoz de grandes dimensiones), han indicado las fuentes policiales.

Explican que la ausencia de señales de fuerza y forzamiento en puerta y ventanas indicaron a los agentes que se podía haber accedido las llaves del domicilio. Al parecer, una de las hijas de los denunciantes, española de 33 años, propuso a los tres jóvenes cometer este delito a cambio de 200 euros, a quienes les dio las llaves para entrar en el domicilio. La inspección ocular llevada a cabo por la brigada provincial de Policía Científica permitió identificarlos como autores de este robo.

Han señalado que ella se excusaba con la idea de que sus padres cobrarían del seguro. Los tres detenidos son tres hombres de nacionalidad española y de edades comprendidas entre 21 y 25 años.

La operación ha sido llevada a cabo por agentes del Grupo de Policía Judicial de la comisaría de distrito de El Carmen perteneciente a la jefatura superior de Policía Nacional de Murcia.

Tras recopilar las pruebas necesarias, los agentes detuvieron a las cuatro personas involucradas en el robo.

Desde el inicio de la crisis los intentos de estafas a las aseguradoras se han multiplicado. Murcia es una de las 6 comunidades de España que tienen un porcentaje superior a la media nacional de fraude que se sitúa en el 1,2%, según un informe de la aseguradora Axa. La comunidad que lidera el ranking es Andalucía, en la que ha crecido en más de un 50% con respecto a 2014.

Hace dos años fueron 573 millones de euros los que reclamaron, mientras que las aseguradoras solo ingresaron 161 millones. La patronal UNESPA cifró en más de 150.000 los intentos de estafas, auque en su mayoría se trata de pequeñas cantidades que apenas alcanzan los 600 euros. Los más comunes se producen aprovechando un siniestro real para meter daños que ya existían anteriormente, que suponen el 57% del total de las estafas en nuestro país.