Las rebajas de verano suponen uno de los eventos más esperados por los consumidores. Tras el comienzo de la temporada estival, y con las vacaciones a la vuelta de la esquina, los comerciantes ponen a disposición de los clientes todo lo que resta de sus almacenes con el fin de realizar nuevos catálogos de cara al otoño. El volumen de ventas ha mejorado notablemente esta temporada, pero los vendedores se han encontrado con un duro adversario: el calor.

Los sucesivos aumentos de temperatura que han azotado Murcia durante el mes de julio han dejado un clima de más de cuarenta grados. Día tras día, los termómetros marcan unas cifras desmesuradas que han definido el verano de 2015 como el más extremo de los últimos años. Esto ha guiado los hábitos de consumo de los compradores, donde los largos paseos mirando escaparates han dado paso a compras a través de internet y concentraciones en los centros comerciales de la Región.

Desde la Asociación Triángulo -que engloba a comerciantes ubicados en la Avenida de la Libertad de Murcia-, Carmen Piñero, su presidenta, manifestó a LA OPINIÓN su preocupación por las repercusiones del calor: «Se nota que nos encontramos ante un clima muy extremo y se deberían acondicionar las calles para instalar más zonas de sombra u otras formas para potenciar que la gente salga a pasear en verano». Según su apreciación sobre las compras en las tiendas de la zona de la Libertad, valora «un ligero repunte, ya que la temporada de invierno ha sido muy floja y quedaba mucho producto en stock».

Por otro lado, los comerciantes del Barrio del Carmen también han notado una «pequeña mejora». Tal y como afirmó Juan Antonio García, presidente de la Asociación de comerciantes Carmelitanos, a esta Redacción. Según su percepción de esta temporada, se ve «más alegría» en la clientela. Aún así, también ha apreciado durante este mes cómo «la gente se espera a las rebajas del setenta por ciento», aunque quieran determinado producto, «se arriesgan a no encontrar lo que desean por conseguirlo a mejor precio». Pese a que esta no parece una dinámica nueva, «ha cambiado mucho la forma de comprar de los consumidores», destacó Juan Antonio.

Mientras, en las tiendas de las calles de Platería y Trapería no hay unas valoraciones tan optimistas. Marisa Cano, presidenta de esta zona, manifestó su inquietud a este periódico alegando que «el calor ha sido el enemigo público número uno». Explica cómo el inicio de las rebajas fue «tan bien como se esperaba», pero que las vacaciones fuera de la ciudad han provocado que «los descuentos a final de junio no hayan triunfado nada». También destacó la importancia de «la ropa de verano y playera» para los consumidores de esta temporada. Sobre los descuentos, recomienda a las personas que tengan eventos y que necesiten un vestido determinado «que lo busquen estos días porque hay muy buenos precios».

Por otro lado, en el Centro Comercial Thader, el ambiente que se respira es bien distinto. Las oportunidades de aire acondicionado son muy atractivas para los clientes que buscan una tarde de compras exclusivas. La concentración de ocio y ambiente también es un aliciente, tal y como cuentan fuentes del centro comercial a LA OPINIÓN. Pese a que a mediados de junio ya aparecen algunos descuentos en varias franquicias, las ventas a mediados de julio no empeoraron, donde se aprecian significativas compras en las secciones de nueva temporada.

Dejando a un lado los establecimientos físicos, a las doce de la noche del pasado uno de julio -día en el que tradicionalmente se inician las rebajas-, las páginas de las principales franquicias colapsaron. La compra a través de internet ha explotado, siendo ésta una temporada de gran afluencia, donde los compradores aprovechan la comodidad de la red para solicitar modelos y tallas. Aunque por mucho que los usuarios se valgan de las nuevas tecnologías, siempre es agradable evadirse, salir a la calle y disfrutar personalmente de las compras.