Varias parejas aficionadas al género musical y al baile argentino por excelencia, el tango, se reúnen al aire libre cada semana en un punto distinto de la capital bajo el concepto de ´milonga clandestina´

Con la ayuda de un grupo de WhatsApp y también desde la red social Facebook, varios murcianos aficionados al tango se dan cita cada semana en algún rincón de Murcia para bailar durante un par de horas bajo la mirada de sorpresa de los transeúntes.

Localizaciones a cielo descubierto, como la avenida de la Libertad, el Puente de Hierro, Santa Isabel, la plaza del Teatro Romea o a los pies de la Catedral murciana son algunos de los emplazamientos utilizados por estos bailarines para poner en práctica las llamadas ´milongas clandestinas´, en las que cualquier persona que se la encuentre puede participar sin necesidad de inscripción ni pago alguno.

Un altavoz con pilas conectado a un dispositivo de música o un pendrive es suficiente para que se pueda llevar a cabo este tipo de espectáculos que ya ha tenido lugar en otras ciudades europeas como París y que se está desarrollando desde el mes de noviembre.

A pesar de que no se tiene ninguna autorización por parte del ayuntamiento de Murcia, los bailarines no tienen que salir corriendo cuando aparece la policía, ya que incluso en ocasiones, los agentes del orden se han acercado a disfrutar durante unos minutos de la exhibición musical.

Las ´milongas clandestinas´ surgieron como alternativa a los bailes de salón cerrado, para sacar el tango a la calle con el fin de que la gente pudiera disfrutarlo y conocerlo.

Participa gente de todas las edades, desde jóvenes de 20 o 30 años, como los organizadores, hasta mayores de 70. Se demuestra que es un baile apto para todos los públicos y en el que sólo se necesitan ganas de bailar.

La iniciativa se expandirá este verano por el territorio muciano. Y es que, aparte de en la ciudad, podremos encontrarnos las ´milongas clandestinas´ en los puertos y explanadas de las principales playas de la Región de Murcia.