­Se preveía que iba a ser un Juntamento movido y así fue. Cruce de acusaciones, rechazo y protestas protagonizaron la reunión que había convocado la Junta de Hacendados para decidir sobre el entubamiento de una parte de la acequia de Benetúcer, a su paso por la pedanía de Llano de Brujas.

La obra, presupuestada en 140.000 euros, contempla entubar unos 700 metros de esta canalización para, según explicó el presidente de la Junta de Hacendados de la Huerta de Murcia, Sigifredo Hernández, evitar que inunde las tierras colindantes cuando le toca la tanda de riegos a huertanos que están en una cota más alta.

«Además -dijo- nos permitirá ahorrar más de 4.000 metros cúbicos de agua». Ante las acusaciones de los miembros de la asociación de defensa de la huerta de Murcia, Huermur, de que es una obra «ilegal» y que sólo va a conseguir «acabar con el patrimonio inmaterial de la Humanidad» que es el sistema de regadío tradicional, Hernández insistió en que tiene todos los estudios necesarios y que no necesitan el permiso del Ayuntamiento para llevarla a cabo.

«Esta obra ha sido reclamada por los afectados desde hace más de 30 años, pero nadie ha tenido el coraje de hacerla antes», subrayó Hernández. Y dijo que desde esta acequia se riegan más de 8.000 tahúllas y unos 15.000 huertanos.

Durante el Juntamento, en el que participaron varios propietarios de la zona, miembros también de Huermur, y que votaron ´no´ al entubamiento, se pidió que constara en acta que si se finalmente se llevaba a cabo la obra «quienes nos hemos negado no pagaremos ninguna multa si al final se hace y se declara ilegal, como ya ocurrió con el Molino de Aljucer», dijo José Antonio Moreno.

Moreno, junto con otros dos miembros de Huermur, a quienes Hernández llamó «los tres jinetes del Apocalipsis», dijo no entender cómo se proyectaba esta obra. «El sistema de acequias lleva más de mil años funcionando y no ha hecho antes falta ningún entubamiento», subrayó, añadiendo que «si hay un problemas se puede solucionar buscando soluciones que no destruyan unos cauces que son una red de riego única en el mundo». Moreno advirtió que esta obra acabará, como otras, en la Fiscalía. «La Justicia es lenta, pero llegará», sentenció.

Hernández les recriminó que lo único que quieren es «mi cabeza», pero ellos se defendieron indicando que sólo buscaban «el bien de la huerta».

Finalmente, por 118 votos a favor, seis en contra y una abstención, se aprobó el entubamiento. Mientras, en la puerta de la Junta de Hacendados, decenas de integrantes de Huermur portaban pancartas en contra de las obras, de la venta de agua y gritaban consignas como «Tubos fuera, por una huerta viva».