El rector de la Universidad de Murcia, José Orihuela, ha vuelto a criticar este viernes que el PP diga que la financiación es "adecuada"; una financiación, ha advertido, que "conduce a la quiebra de la UMU en un par de años como mucho".

Por ello, ha denunciado públicamente que "lo que a nuestros gobernantes les parece normal, a nosotros nos conduce a la quiebra". "Pueden acusarme de alarmista, o de partidista. Lo harán, lo están haciendo ya. También pueden amenazarme. Lo están haciendo ya", ha confesado Orihuela.

En este sentido, se ha preguntado si debe permanecer "callado e inerte ante tanta mentira pública y tanta corrupción, permitiendo que con la verdad nadie pueda dar un paso, mientras que con la mentira se pueda lograr la navegación interplanetaria".

"Soy yo, somos los universitarios de la universidad pública, los que tenemos el monopolio de la violencia verbal y la irresponsabilidad institucional, o lo son aquellos otros que condenan a nuestros hijos al desempleo, la emigración y la desesperanza, amén de un futuro amedrentado a los trabajadores de la Universidad", ha preguntado.

Tras poner de manifiesto que no puede permitirse "el confort individual que produce la negación de los hechos, las evidencias y los sucesos", recuerda que "todos los partidos políticos, excepto el PP, han apoyado públicamente el Plan de Financiación Plurianual de la Universidad de Murcia. Un plan en el que, responsablemente, asumimos un porcentaje importante de la subvención en función de objetivos de eficiencia".

Así lo ha destacado en la concentración universitaria celebrada este viernes en el campus de la Merced y promovida por varios profesores de esta institución docente.

Ha aprovechado para lanzar un llamamiento a la unión de la comunidad universitaria. "Si alguien me hubiera dicho en los 90 que yo tendría que vivir como rector lo que me ha tocado vivir no lo habría creído", subraya Orihuela, quien alerta que "el país se nos cae a pedazos y el problema en la Región adquiere una gravedad sobresaliente, pues a los gravosos y desalentadores casos de corrupción de la clase política se une el hecho de que, a golpe de recorte, parece existir un plan para arrebatarnos el empleo, la paz, la libertad y la dignidad como universitarios".

A los universitarios les ha pedido que "si las bombas nos dejan sordos, al menos no lleguen a silenciarnos. Yo hablaré. Yo lo haré por todos nosotros, pero necesito sentir vuestro calor a mi lado en estos tiempos de tribulación".

También ha respondido a lo que se va diciendo de que si es el rector de "tal o cual opción política". "Vengo oyendo esa cantinela desde antes de las elecciones al Rectorado pero no soy el rector de ningún partido, y no me pronunciaré en clave política, en contraste con esos fanáticos de la macroeconomía o estos talibanes de la eternidad, que parecen tener mucha idea sobre la educación murciana, pues llevan tiempo tejiendo afanosamente su telaraña de información", incide.

A su juicio, "tal vez reconducir el presupuesto de la Universidad de Murcia a unos niveles que permitan su funcionamiento armónico resulte incompatible con mantener la rentabilidad que exigen sus redes clientelares, pero eso no tiene nada que ver con el buen gobierno que los ciudadanos demandan. La Región necesita universidades públicas y de calidad. Y esa es nuestra misión".

Consciente de que "anunciar catástrofes ya no resulta creíble", deja claro que "ninguna moratoria virtual y hedonista nos separará del tiempo y del territorio real que ocupamos, en el que o tomamos las riendas de nuestro destino común o algunos individuos ajustarán el yugo con que atenazar a nuestros hijos después de este academicidio programado".

Para terminar, parafraseando a Séneca, llama a "apretar las filas" y hacerlo con "valentía", ya que "nada debemos temer con la verdad en nuestros corazones. Somos muy fuertes si nos mantenemos unidos. Es el momento de resistir y de reaccionar. Y, si al final nos derriban, que nos pillen de pie y bien cogidos de la mano".