El rector de la Universidad de Murcia, José Orihuela, sigue asegurando que no tiene las cosas claras sobre las cuentas de la institución, cuyo bastón de mando cogió el pasado 20 de mayo. En un desayuno con los medios de comunicación celebrado ayer en el campus de la Merced, Orihuela informó de que ha solicitado a la empresa Deloitte un informe detallado de la situación económica actual. Esta es la empresa que tiene el encargo de hacer la auditoría del último ejercicio económico en la Universidad y el nuevo equipo rectoral ha pedido que les haga una evaluación detallada «de la situación a 20 de mayo» de las cuentas. Sin esta información, aseguró Orihuela, su equipo no puede tomar algunas decisiones y no tendrá todos los datos para acudir a negociar un plan de financiación plurianual con el presidente de la Comunidad, Alberto Garre.

El asunto de la situación de las cuentas ya provocó tras las elecciones un rifirrafe entre el equipo saliente y el entrante cuando Orihuela hizo pública su intención de pedir una auditoría al llegar a la Convalecencia. Lo que no sabía entonces, y se apresuraron a recordarle, es que la UMU realiza auditorías anuales de sus cuentas desde el año 2005.

En este clima fue en el que el exrector José Antonio Cobacho defendió en su discurso de despedida ante la comunidad universitaria la situación saneada de la Universidad de Murcia, «que no tiene deuda financiera y que cuenta con veinte millones ahorrados», afirmó. Además, Cobacho aseguró que gracias a las negociaciones y acuerdos dirigidos por ellos, la Comunidad Autónoma está cumpliendo con todos los plazos del plan de pagos de la deuda millonaria que acumuló con la universidad desde 2011; un dinero a cobrar en un futuro próximo que permite que puedan considerarse las cuentas saneadas a pesar de las dificultades de los últimos cursos con grandes recortes en gasto corriente.

Sin embargo este panorama no es el que Orihuela asegura que ve y quiere un informe externo. Asegura el rector que sin los detalles no podrá tomar algunas medidas para las que hace falta tener en cuenta el presupuesto.

Compensar la no subida de tasas

Una de las cosas que influirá en las cuentas de la Universidad será la no subida del precio de las matrículas que la Comunidad Autónoma ha decidido congelar. Orihuela explicó a LA OPINIÓN tras el desayuno que está de acuerdo con esta decisión, «porque ya se han subido mucho las tasas», pero admitió que «el coste de las cosas sigue subiendo» y dejó entrever la posibilidad de pelear en la negociación presupuestaria de la Comunidad para que se compense esa pérdida de poder adquisitivo que supondrá que no se incremente el IPC a las tasas.

Orihuela aún no se ha reunido con Garre para hablar de financiación, algo que ocurrirá pronto, espera el rector, pero ya tiene claro que si se rebaja la asignación actual la universidad no podrá seguir prestando el servicio: «Lo dice un informe del Claustro y a eso tengo que agarrarme».