La Pitocrónica es el pregón de los sardineros. El discurso alegre que anuncia que la fiesta del pito, los regalos, las carrozas y la diversión está a la vuelta de la esquina. Y en esta ocasión, este anuncio se ha adelantado en el tiempo, siendo la Pitocrónica más 'madrugadora', ya que normalmente se celebraba el lunes previo al Bando de la Huerta. Se trata de «una promesa cumplida» del presidente de la Agrupación, Gregorio González, para así poder dar «antes mayor visibilidad a la fiesta».

La mujer fue de nuevo protagonista en una acto dirigido tradicionalmente por hombres, y así los asistentes pudieron disfrutar con las palabras de la murciana Raquel Sastre, quien no dejó a nadie indiferente. La joven humorista, que decidió hace unos años dejar su puesto de funcionaria en la Universidad de Murcia para dedicarse a «hacer reír a los demás», según comentó González, comenzó su discurso dejando claro que por no ser un hombre no dejaba de saber hacer una Pitocrónica, pues «estoy segura que entiendo de pitos más que vosotros, ya que he visto más y más grandes». En sus palabras reflejó el amor que le tiene a Murcia, su tierra, algo que repitió en varias ocasiones. Ese amor que, precisamente, le hace ver lo que no le gusta de esta Región.

Aprovechando la presencia del alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, no dudó en pedirle que, además de quemar la Sardina, «entierre al AVE a su paso por Murcia», petición que despertó los aplausos de los asistentes.

Como murciana y con fino sarcasmo, habló también de la marcha de Ramón Luis Valcárcel: «Me da mucha pena, no vivo en mí. Que haya estado tanto tiempo de presidente de la Comunidad demuestra que los murcianos aguantamos mucho». Raquel vive desde hace tiempo fuera de Murcia. Su trabajo así se lo exige, ya que actualmente es guionista de la serie de televisión Aquí no hay quien viva. Por ello, aseguró que existen muchos tópicos «absurdos sobre los murcianos. Somos la nueva Lepe», algo que criticó y animó a cambiar. Tampoco faltaron referencias al turismo en la Región, «en lo que somos los primeros. No suele haber camas ni en la Arrixaca», comentó entre las risas del público. A pesar de la crítica y la reivindicación, la murciana no dudó en defender su tierra y sus encantos, ya que «mejor que la gente no conozca Murcia», porque así no se conocerá que «un domingo de invierno puedes irte en manga corta a la plaza de las Flores a tomarte una marinera».