Parece una venganza del destino. Los restos arqueológicos descubiertos en San Esteban (parte de un arrabal de los siglos XII y XIII) cuando se iba a construir, en el jardín del mismo nombre, un aparcamiento subterráneo a propuesta del Ayuntamiento, llevan cuatro años a la intemperie desde que el 9 de diciembre de 2009 se decretara la paralización de las obras. Precisamente, ocho días después de esa efeméride arrancará el juicio (se celebrará el 17 de diciembre tras posponerse la vista prevista para el día diez) contra Enrique Ujaldón, exdirector general de Bienes Culturales y Bellas Artes y actual director general del Instituto del Turismo, y Ángel Iniesta Sanmartín, arqueólogo del servicio de Patrimonio Histórico de la Comunidad Autónoma.

Se les acusa de un presunto delito de daños contra el patrimonio «con medios destructivos», según señala el auto emitido por el juzgado de lo Penal Número 4 de Murcia, donde se celebrará la vista, y prevaricación por ordenar y proceder al desmontaje, extracción y traslado de los restos del yacimiento árabe de San Esteban en 2009, trabajos que finalmente no se llegaron a hacer. La acusación particular, integrada por Huermur, Foro Ciudadano y Ecologistas en Acción, pide nueve meses de cárcel y ocho años de inhabilitación.

El 9 de diciembre se decretaba por parte de la consejería de Cultura la interrupción de la construcción del aparcamiento subterráneo , tras varias semanas de protestas ciudadanas que se oponían a que los restos que aparecieron al iniciarse esas obras fueran desmontados, almacenados y reubicados, tal y como resolvieron los técnicos de la Comunidad Autónoma. Incluso llegó a intervenir la Guardia Civil y la Fiscalía de la Región, que se hicieron eco de una denuncia interpuesta por vecinos de a pie, que reclamaban el cese de lo que consideraron un expolio. Ante esa oposición frontal, el propio presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel, que se encontraba de viaje en Bruselas en esas fechas, pidió que se paralizara el proyecto y que se conservara el yacimiento. Acto seguido tanto el Ayuntamiento (que defendió hasta el último minuto la construcción del aparcamiento) como la Comunidad Autónoma dieron los pasos necesarios para cubrir las ruinas con una capa de geotextil y arena y protegerlo así del frío y del calor, ya que las estructuras halladas de este arrabal islámico son muy endebles. Así continúa en la actualidad y tiene visos de seguir así mucho tiempo.

Mientras, el proyecto de musealizar San Esteban ha quedado paralizado por la crisis económica al no incluir ni un céntimo en sus presupuestos ni la Comunidad Autónoma ni el Ayuntamiento. El gasto aproximado para la recuperación del yacimiento fue cifrado en casi 20 millones.

El concurso de ideas que se convocó bajo la tutela de una comisión de expertos, que puso en marcha la Comunidad, que apoyaron la declaración de BIC (Bien de Interés Cultural), reafirmó la singularidad del arrabal, donde aparecieron más de un centenar de estructuras de viviendas, fabricadas con materiales muy pobres, calles, desagües perfectamente trazados y hasta un pequeño oratorio.