La ilusión por seguir en directo los dos días de conciertos del festival murciano SOS 4.8 se tornó en tragedia sobre las seis y veinte de la mañana de ayer para el joven madrileño D. P. R., de 26 años, quien falleció tras saltar al río Segura por el puente de La Fica, junto al auditorio Víctor Villegas, cuando se encontraba en compañía de cuatro amigos y una vez que habían salido de ver las actuaciones del famoso festival.

Según varios de los asistentes al festival, que se encontraban en la zona en ese momento, el joven saltó "de forma voluntaria" tras dejar a uno de sus acompañantes su móvil y cartera. Al parecer, el chico, cuyo cuerpo fue encontrado a 50 metros del puente, se golpeó cuando cayó al agua debido a la poca profundidad y luego intentó nadar sin éxito, pero será la autopsia la que determine, a lo largo del día de hoy, si falleció por el golpe al caer o por ahogamiento.

Lo cierto es que la aventura le duraría poco al joven, pues a los pocos segundos de caer al cauce del río, que en esa zona tiene unos dos metros de profundidad, sus amigos le perdieron de vista y avisaron rápidamente a dos policías locales que se encontraban en el lugar, quienes, tras avistar el cuerpo flotando boca abajo unos metros más abajo del puente, se tiraron al agua para intentar rescatarlo. Aunque en el escaso tiempo que transcurrió entre que lo vieron y bajaron a la mota del río para lanzarse al agua, la corriente lo arrastró y se perdió de vista, algo normal si se tiene en cuenta el fango que hay en esa parte del Segura.

En ese instante llegaron una ambulancia medicalizada de emergencias del Servicio Murciano de Salud, y los Bomberos, que fueron avisados por el '112' y desplazaron dos vehículos y diez efectivos, así como una embarcación neumática y dos buzos, para emprender un dispositivo de búsqueda que duraría algo más de tres horas y establecería un perímetro principal de actuación de unos 150 metros, hasta la presa que se encuentra más abajo.

Las labores de búsqueda se hicieron en coordinación con la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), a la que se solicitó que cerrase la presa y redujese el caudal de agua de la zona para facilitar el trabajo de los Bomberos. Varios efectivos del cuerpo rastrearon ocularmente la mota del río, mientras los dos buzos realizaban inmersiones continuas en el agua y otros tentaban el fondo con palos, precisamente ese fue el método con el que se localizó el cadáver sobre las 9.52 horas de la mañana.

Los acompañantes del fallecido, uno de los cuales es natural de Murcia, recibieron apoyo psicológico por parte de los psicólogos del Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE) de Cruz Roja, quienes los acompañaron desde que comenzó la búsqueda, ya que su estado de alteración debido a la desgracia era tal que un testigo asegura que uno de ellos sufrió un ataque de nervios al ver que su compañero no aparecía.

Tras ser atendidos 'in situ' en el puente de La Fica, los jóvenes fueron trasladados a la comisaría de la Policía Nacional del barrio del Carmen, situada junto a la estación de tren, donde permanecieron hasta cerca de la una de la tarde. Mientras, los padres del fallecido, que se encontraban fuera del país, fueron localizados por la Policía y estaban a la espera de poder desplazarse hasta Murcia para hacerse cargo del cuerpo.

El joven era habitual del SOS 4.8, ya que solía venir desde su primera edición y se había desplazado junto a tres compañeros para verse con otro amigo y disfrutar del festival en directo. Tras su trágico final, su cuerpo fue trasladado al Instituto de Mediina Legal de la ciudad pasadas las diez de la mañana y se espera que la autopsia que determine las causas del fallecimiento se realice a lo largo del día de hoy.

ANDRÉS LINARES (PSICÓLOGO)

"Los chavales juran y perjuran que no consumieron drogas"

Andrés Linares, uno de los psicólogos del Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE) de Cruz Roja, que se encargó de atender a los amigos del fallecido tras el suceso y que fue el encargado de responder a las preguntas de los medios de comunicación a las puertas de la comisaría del Carmen, quiso zanjar de raíz especulaciones sobre la posibilidad de que el joven hubiera ingerido drogas.

"Los chavales juran y perjuran que no consumieron drogas", aseguró, a la vez que explicó que "los chicos sufren mucho dolor y tienen sentimientos de rabia e incluso de culpabilidad, algo que es normal en estas situaciones tan dramáticas, pero van asimilando la tragedia poco a poco y se sienten arropados en todo momento".