Era cuestión de tiempo. El sarampión ya ha hecho acto de presencia en la Región de Murcia, concretamente en la pedanía murciana de Beniaján, y aunque de momento son pocos los casos, la consejería de Sanidad y Política Social de la Comunidad Autónoma ha activado todas las alertas. «Hay que tomar todas las medidas que estén en nuestras manos para erradicar el brote, no hay que dejarlo avanzar», señaló ayer el jefe de Prevención y Vacunas de Sanidad, José Antonio Navarro.

La vecina provincia de Alicante ha vivido durante los últimos meses presa del miedo ante esta enfermedad, al contabilizarse desde enero 610 casos –ochenta en la última semana– sin distinguir entre niños y adultos. Las autoridades sanitarias de la Región han estado muy atentas del desarrollo del brote alicantino y para controlar si éste pasaba la frontera y llegaba hasta tierras murcianas.

Navarro explicó que los tres casos notificados en los últimos días corresponden a un joven de 16 años, un niño de 4 y un bebé de diez meses, todos de la pedanía de Beniaján, quienes no estaban vacunados contra el sarampión. Para controlar el brote se han tomado una serie de medidas, entre las que se encuentra la vacunación masiva de todos los escolares de este pueblo, así como de las poblaciones vecinas. «Hemos decidido adelantar la administración de la segunda dosis a los tres años, cuando habitualmente se pone a los seis», señaló el jefe de Prevención y Vacunas de la Consejería. Para ello han solicitado un listado con todos los niños de esas edades en los colegios de Torreagüera y Los Ramos y se ha avisado a sus padres para informarles de que se va a proceder a la vacunación.

Desde Sanidad también se han puesto en contacto con los responsables de este área en los municipios colindantes con Alicante con el fin de que estén alerta y notifiquen de forma inmediata la aparición de cualquier caso.

Revisión domiciliaria

Otro de los terrenos en los que se están moviendo es en el de las zonas marginales. Para ello, la consejería de Sanidad ha avisado a los técnicos del ayuntamiento de Murcia, quienes se están desplazando a las barriadas gitanas, visitando casa por casa para comprobar el estado de las cartillas de vacunación. Una revisión domiciliaria con la que quieren estrechar el cerco a la enfermedad y evitar que haya grupos sin inmunizar. Esta medida se ha extendido a todo el municipio y no solo a la zona afectada por estos casos.

José Antonio Navarro aseguró que la cobertura de vacunación del sarampión no es baja, ya que en la primera dosis se sitúa sobre el 95%, mientras que con la segunda desciende un poco hasta el 85%. Y aunque afirmó que cuentan con poder erradicarlo en un horizonte no muy lejano, «hay que tomar las medidas necesarias para evitar que se produzcan estos brotes», tanto el de Alicante como el que se registró en Jumilla y Bullas en abril de 2010, con cerca de un centenar de afectados. Además, no descartó que tengan que tomar más medidas, en el caso de que fuera necesario.

El avance de esta enfermedad, a la que no logran poner freno, ha hecho incluso que se modifique el calendario de vacunación. Tras los brotes epidémicos de hace dos años, Sanidad decidió adelantar la edad a la que se administra la primera dosis a los doce meses, en lugar de a los quince. Concretamente, la vacuna que se cambió fue la de la triple vírica –sarampión, rubeola y parotiditis–.

A esa misma edad, a los doce meses, el niño también recibe la dosis de recuerdo de la vacuna contra la meningitis, que también se adelantó desde los 15 meses, para evitar molestias a los padres y desplazamientos innecesarios al centro de salud. Otro de los cambios que introdujo Sanidad en la modificación del calendario afectó a la vacuna de la difteria, tétanos y tosferina –que se administra a los 6 años–, al cambiar la composición de ésta, ya que se detectaron algunas reaciones leves en los niños, como enrojecimiento y dolor en la zona en la que se había puesto la inyección.