Uno puede no saber en qué día vive, pero si al salir a la calle ve a decenas de personas con palmas y ramas de olivo en la mano rápidamente recuerda que es Domingo de Ramos. Una jornada en la que se celebra la llegada de Jesús de Nazaret a Jerusalén y que ayer llenó todos los rincones de Murcia de palmas y ramos que, tras ser bendecidos, normalmente acaban decorando el interior de las casa, así como algún que otro balcón.

Decenas de murcianos acudieron ayer a la bendición de las palmas que se llevó a cabo en la Catedral de Murcia. El obispo, José Manuel Lorca Planes, fue el encargado de bendecir, en la plaza de la Cruz, las palmas y ramas de olivo y acto seguido ofició la misa de la Pasión.

Minutos después, los asistentes llenaban las calles del centro de la ciudad y las terrazas, aprovechando el buen tiempo que acompañó en la mañana de ayer a todos los fieles que, felices con sus palmas y ramas de olivo, disfrutaron del Domingo de Ramos y de la alegría que supone este día para los católicos.