Estudia Ingeniería Técnica de Informática de Sistemas y desde hace unos meses dirige el CEUM. A la representatividad estudiantil llegó casi por casualidad, pero trabajar por los alumnos de la UMU centra ahora su día a día.

El Consejo de Estudiantes le ratificó hace una semana como su presidente. Así que, oficialmente, y tras una moción de censura antes del verano, ya es el representante de los alumnos de la UMU. ¿Cuáles es su prioridad?

La principal es acercar la representatividad a los alumnos. Queremos reforzar el trabajo de las delegaciones de alumnos porque son los que mejor saben lo que pasa en las facultades y los que pueden conseguir que los estudiantes se impliquen en las movilizaciones.

Las universidades están pasando por muchas dificultades económicas ¿notan los estudiantes los ajustes que se hacen para ahorrar?

Lo notamos en las pequeñas cosas, pero en nada esencial. Los sábados los centros cierran y eso sí que supone una molestia porque muchos estudiantes los utilizaban en fin de semana. Que cierren las bibliotecas en vacaciones también es un problema, igual que el que apaguen las luces, pero todo son pequeñas molestias, nada serio. Nos preocupa saber en qué afectará el recorte que se ha anunciado para los próximos presupuestos.

¿Cómo valora los primeros años de la implantación de Bolonia? El propio rector ha reconocido muchas veces que no funciona como debería en todas las facultades.

Lo que notamos es que hay algunos profesores que tienen más carga de trabajo de la que deberían y eso hace no presten tanta atención a los horarios de tutoría. Queremos hacer un estudio para analizar cómo está funcionando.

¿Cuál es su postura ante el adelanto de los exámenes de septiembre a julio?

Si es inevitable que se haga queremos también que se acepten algunas cosas, como que los profesores tengan la obligación de cumplir con las fechas de entrega de las actas para que realmente dé tiempo a estudiar para la convocatoria de julio. Además necesitamos que nos aclaren si nos guardarán las notas de los trabajos, porque en muchas asignaturas en tres semanas será imposible estudiar y hacer los trabajos a la vez.