Las denuncias contra el profesor del colegio San Vicente de Paúl de El Palmar por abuso sexual siguen aumentando, mientras que el docente, de 35 años y nacionalidad española, permanece en prisión provisional desde el lunes. El centro recibió la primera queja de la familia de una alumna la pasada semana, como ya informó LA OPINIÓN, aunque conforme los padres se han enterado de la noticia se han ido produciendo más. La Policía confirmó ayer que ya hay una quincena de denuncias en las que le acusan de tocamientos, aunque la misma fuente indicó que el número puede aumentar, ya que hay padres que siguen acudiendo a la Policía Nacional, que está tramitando y enviando todas las denuncias al Juzgado, para interesarse por lo ocurrido.

La noticia saltó el pasado sábado, cuando la dirección del colegio San Vicente de Paúl, vinculado a la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), emitió un comunicado en el que informaba del despido del docente, ahora en prisión provisional, al detectar «indicios de conducta inadecuada con una alumna». El profesor, que daba clases a niños de cinco y seis años, fue detenido el viernes «por un delito continuado de abusos sexuales», según la Policía, y el lunes declaró ante el Juzgado de Instrucción nº9 de Murcia, que decretó prisión provisional para el acusado, imputado por abuso sexual.

Tras el comunicado, la Universidad CatólicaUniversidad Católica ha optado por no hacer más declaraciones, al igual que el colegio de El Palmar, que ayer permanecía cerrado para toda persona ajena al centro. La noticia recogida por la edición digital de LA OPINIÓN (www.laopiniondemurcia.es y www.laopinióndecartagena.net) provocó un debate entre los lectores, entre los que había quien defendía su inocencia. También un padre de una de las niñas de las que el profesor era tutor señalaba que «he tenido la oportunidad de poder escuchar muchas de las cosas que se están diciendo y cada vez estoy más sorprendido. Me gustaría que no hubiera pasado, pero lo cierto es que cuanto más escucho a la gente opinar, más convencido estoy de lo morbosos que pueden llegar a ser muchos padres y madres. ¿Por qué tanto inventar? ¿No os dáis cuenta de que son nuestros hijos lo que está en juego? No quiero juzgar a este señor, para eso están los jueces. Lo que sí es cierto es que existe un problema, es real que hay cosas como poco 'extrañas’ en su comportamiento, y por el bien de nuestros hijos, se debe llegar hasta el fondo con una investigación». Mientras tanto , le pide a los padres que «no inventéis lo que no sabéis».