Renovarse o morir. Esto es lo que han debido pensar los sardineros al prescindir de las conocidas brasileñas que tradicionalmente desfilaban en el Entierro de la Sardina y que durante muchos años fueron las estrellas de esta noche festiva por excelencia. En su lugar, dicho desfile, según confirmaron ayer fuentes de la Agrupación, contará con la participación de unas Diosas del Olimpo quienes, subidas a una plataforma móvil, harán las delicias del público. De esta manera, el Entierro pierde una de sus grandes atracciones, ya que las brasileñas eras conocidas tanto o más que la propia sardina. Sin embargo, los sardineros mantienen que la nueva incorporación al desfile «gustará mucho». Ayer el hotel Siete Coronas acogió la presentación del catafalco. Un año más, el artista Toni Fornés ha sido el encargado de crear la gran sardina de madera que será consumida por las llamas el próximo 30 de abril. La sardina de este año va vestida de hachonera y descansa sobre un gran pito. La estructura alcanza los once metros de alto, tal y como señaló Fornés, quien anunció que la colocación de la misma en la plaza Martínez Tornel se adelantará un día, se llevará a cabo el miércoles por la noche (27 de abril), «para que, en el caso de que haya imprevistos como la lluvia de otros años, tengamos tiempo de solucionar todo antes del día de la quema». La presentación del catafalco contó con la presencia del presidente de los sardineros, Gregorio González, quien estuvo acompañado por el alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara; el edil de Fiestas, Rafael Gómez, y Ángel Martínez, presidente del Consejo Territorial de la CAM, entre otros. La CAM financia dicho catafalco y colabora con la fiesta

sardinera desde hace años.

Por último, González mostró algunos de los juguetes que los sardineros regalarán el día del Entierro. Este año se repartirán 100.000 balones de fútbol de cuero y repetirán los muñecos de la mascota y el hachonero, de los cuales se darán unas 60.000 unidades.