El ayuntamiento de Murcia ha decidido retirar los ´candados del amor´ del puente de los Peligros porque «afean y dañan la estructura este elemento que tiene un gran valor patrimonial». Así lo explica la concejala de Vía Pública y Medio Ambiente, Adela Martínez-Cachá.

La tradición surgida en Italia hace más de cuatro años a raiz del libro de Federico Moccia Ho voglia di te (Tengo ganas de ti, en castellano) de que los enamorados abrazasen las farolas del puente Milvio, en Roma, con candados que llevaban escritas sus iniciales y luego lanzasen la llave al río Tévere se propagó por todo el mundo y llegó a Murcia.

En busca de que este gesto eternizase su amor, un buen número de parejas siguieron el modelo de Roma en muchas otras ciudades de Italia y la moda apareció en España en lugares como el puente de Triana, en Sevilla; el de Santiago, en Zaragoza; y el de los Peligros.

Sin embargo, la idea no en todos los sitios ha encontrado respaldo. En Sevilla, el consistorio de la capital andaluza, ordena retirarlos cada cierto tiempo para evitar daños en la pasarela y eso mismo ha ocurrido ahora en Murcia.

«El puente de los Peligros es muy importante para todos los murcianos y queremos que esté impecable. Por ello, hemos decidido quitar los candados, por una cuestión estética y también porque produce algún daño en la estructura al estar muy apretados», expone Martínez-Cachá, quien asegura que «este no es el lugar idóneo para que los enamorados plasmen su amor».

Así pues, ese rincón romántico que era utilizado por algunos enamorados de la ciudad ha desaparecido como la llave que ellos mismos lanzaron al fondo del río Segura.