El Vaticano ha decidido que la relación entre el obispado de Cartagena y la Universidad Católica San Antonio (UCAM) ha vuelto a su cauce y ha decidido devolver al obispo la tutela espiritual de la UCAM. Con esta decisión, que según ha sabido LA OPINIÓN, fue comunicada el pasado mes de septiembre a través de carta al obispo de Cartagena, las relaciones entre el obispado y la universidad quedan normalizadas de forma oficial. La Santa Sede apartó a principios del año 2009 de esa responsabilidad al anterior obispo de la diócesis, José Antonio Reig Pla, después de más de un año de enfrentamiento directo con el presidente de la UCAM, José Luis Mendoza, por la tiularidad de la institución docente.

Con Reig Pla fuera de la diócesis, y casi un año y medio después de que José Manuel Lorca Planes tomara posesión como nuevo obispo, el Vaticano vuelve a vincular a la diócesis con la UCAM, tal y como confirmó ayer la propia Universidad. Esta decisión no implica que el obispo sea Gran Canciller de la UCAM, como venía siendo habitual, y dependerá de la institución volver a otorgar este cargo al obispo.

Según fuentes cercanas a la diócesis, la noticia llegó al obispado a través de una carta escrita por el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, el pasado mes de septiembre.

Con su decisión el Vaticano vuelve a demostrar que siempre estuvo del lado de Mendoza en el enfrentamiento por la titularidad de la Universidad. Reig Pla, actual obispo de Alcalá de Henares, defendió durante meses que la titularidad de la UCAM pertenecía a la iglesia católica, representada por la Diócesis, y no a la Fundación San Antonio, presidida por Mendoza.

El conflicto se inició a finales de 2007 después de que la Comunidad Autónoma aprobara los estatutos de la UCAM en los que se aseguraba que la titularidad era de la Fundación y reservaba para el obispo la función de vínculo con la Iglesia y de garante del ideario católico de la Universidad. Reig Pla recurrió esos estatutos y comenzó así un conflicto que duró más de un año y en el que ambas partes sacaron a la luz documentación para defender sus argumentos. Fuentes cercanas a Reig Pla aseguraban entonces que la única intención del obispo era defender los intereses económicos de la Diócesis para evitar que los tribunales civiles le pidieran un día responsabilidades por las actuaciones de una Fundación sobre la que no tenían ningún control. El tribunal de la Santa Sede estudió la cuestión y, tras varios meses, el Vaticano comunicó que la titularidad era de la Fundación; aunque Reig Pla no dejó de defender su postura hasta que fue trasladado a la diócesis de Alcalá de Henares. Mendoza contaba también con el apoyo de gran parte de la jerarquía eclesiástica.

Por su parte, la Comunidad Autónoma rechazó el recurso del obispo y aprobó los estatutos tal y como los redactó la UCAM, aunque en el dictamen de los servicios jurídicos dejaba claro que la titularidad de la Universidad era de la iglesia católica representada por la Diócesis.

El que fuera vicesecretario general del PSOE, José Ramón Jara, presentó una denuncia para que la justicia civil aclarara quién era el responsable último de la UCAM. El PSOE siempre estuvo con Reig Pla; sin embargo, el fallecimiento de Jara evitó que esta demanda prosperara. Por otra parte, la Fiscalía inició una investigación todavía en marcha sobre la gestión que la Fundación San Antonio hace de la Universidad Católica San Antonio. Los investigadores quieren aclarar la relación de Mendoza con las empresas que prestan servicios en la UCAM, con la que podrían estar relacionados familiares del propio Mendoza.