Los afectados por el plan parcial CR-6 de la avenida Juan de Borbón de Murcia se reunieron ayer con el gerente de Urbamusa (gestora de la junta de compensación), Roque Ortiz, para intentar solucionar los problemas que tienen desde que les expropiaron sus viviendas. Los vecinos llevan casi siete meses sin ver un euro del alquiler de los pisos en los que viven mientras les entregan las viviendas que acordaron. La promotora Tecón es la que tendría que afrontar el pago de las cuotas de arrendamiento a las treinta y cinco familias afectadas, pero no salda su deuda, que supera el millón de euros.

Hace unas semanas, el gestor de Urbamusa dio un plazo a Tecón para que pagara a los vecinos afectados la deuda de sus alquileres. Roque Ortiz amenazó con ejecutar el aval de 1,5 millones que la promotora depositó como garantía. Los quince días se han consumido y la promotora no ha saldado la deuda. Roque Ortiz, ha decidido esperar. El gestor de Urbamusa no ha utilizado el dinero de Tecón para pagar a los afectados, sino que ha destinado unos 38.000 euros de los fondos de la entidad que dirige para aliviar un poco la situación límite que viven las familias afectadas, algunas «al borde de quedarse sin vivienda de alquiler por los continuos impagos».

Roque Ortiz lleva desde el pasado mes de mayo teniendo paciencia, al igual que los expropiados, por si finalmente Seinco compra el rascacielos Torre Norte a Tecón. Así se solucionarían los problemas: los vecinos obtendrían su dinero y su vivienda, Urbamur el que ahora les ha dejado, y las empresas Inges y Logil, con las que también tienen deudas, recuperarían su inversión. Pero Seinco cada día es más reacia a cerrar la operación, porque a Tecón se le multiplican los deudores. Ortiz admite que «cada vez veo más difícil que se cierre la venta de Tecón, pero he decidido volver a darles la oportunidad para no estropear su gestión de compra». El gestor advierte, de nuevo, que a Tecón se le acaba el plazo. Si próximamente no paga o vende a Seinsa, ejecutará el aval.

Los vecinos afectados mientras, esperan recibir las llaves de su nueva vivienda y saber exactamente cuánto les costará, ya que al parecer no va a mantenerse el precio que inicialmente se les comunicó. Estos datos siguen en el aire, pero en la reunión de ayer Urbamusa sí que se comprometió a que sus futuras viviendas estarán en condiciones óptimas, con las calidades acordadas, ya que según los expropiados tienen numerosas taras. Por su parte, Urbamusa asegura que los pisos están en perfectas condiciones. Los vecinos valoraron la reunión como «improductiva».

Los concejales socialistas Marcos Ros y José Zapata han mostrado su respaldo a los vecinos y no entienden por qué «el alcalde y Urbamusa no cumplen con las promesas que les hicieron a los vecinos, asegurándoles que les pagarían el alquiler, que la vivienda que recibirían a cambio de la expropiación sería gratuita y se les entregaría en una fecha».