Tomates, lechugas, berenjenas, calabacines, patatas ... todo lo que se puede encontrar en el mercadillo lo hay también en los huertos de ocio que el ayuntamiento pone a disposición de agricultores vocacionales y con los que fomenta la agricultura ecológica y de especies autóctonas.

Por el momento ya hay diez parcelas cultivadas en Ronda Sur y una en Sangonera la Verde, y hoy se adjudicarán 24 más -otras cinco en Sangonera la Verde, nueve en Santiago el Mayor y diez en Espinardo- en las que se podrán plantar los productos que cada uno quiera, siguiendo, eso sí, un criterio que tiene que ver con la ecología, pues no se utilizarán ni herbicidas ni pesticidas.

La iniciativa, puesta en marcha por la concejalía de Medio Ambiente y Calidad Urbana, ha tenido bastante aceptación y la prueba es que hay más solicitudes, 33, que parcelas serán entregadas. Los jubilados tienen preferencia, pero hay también personas más jóvenes que han presentado su solicitud atraídas por practicar este tipo de agricultura a pequeña escala.

Por ello, la idea es seguir ampliando el número de parcelas dedicadas a este tipo de cultivo dado que «la demanda va en aumento», explica la concejala responsable, Adela Martínez-Cachá.

Francisco Balsalobre Caballero, de 70 años y vecino de Santiago el Mayor, es uno de estos agricultores beneficiados por este plan municipal y celebra la iniciativa que le permite cultivar, en su caso, berenjenas, pimientos, coliflores y rábanos. «También tengo plantados unos alarises y sus flores dejan un aroma agradable», informa.

«El Ayuntamiento remodeló el jardín del Lago y creó parcelas para que los jubilados, dado que tenemos bastante tiempo libre, pudiéramos pasar un rato cultivando la tierra y sin duda que es un acierto, pues además nos permite relacionarnos», añade este mecánico tornero jubilado que es aficionado a la agricultura «desde niño».

«Aunque no ha sido mi trabajo, siempre me ha gustado el campo y mi familia tenía terrenos para cultivo. Ahora se me ofrece la posibilidad de seguir haciéndolo y yo vengo casi todos los días un par de horas, a primera hora de la mañana o ya al atardecer cuando no hace tanto calor y aquí me entretengo», cuenta apasionado.

«Todo muy natural»

Lo que destaca de los huertos de ocio es que los alimentos que salen de ellos son naturales, ya que no se permite el uso de sustancias químicas.

«Aquí todo es muy natural, como lo que daba la tierra antiguamente y, aunque no es que obtengamos una gran cantidad de productos, sí que nos da para la familia e incluso para regalar unas patatas o unas berenjenas a algún amigo e incluso a personas que pasan por aquí y realmente están necesitadas de comer», explica Francisco Balsalobre, quien ha renovado su derecho a explotar su parcela en Ronda Sur.

Como se ve el cultivo tradicional sigue teniendo sus adeptos y es que disfrutar de una ensalada elaborada con tomate, lechuga, cebolla y pepino recién cogidos es uno de esos placeres que no tienen precio pues, no en vano, cultivarlos en los huertos de ocio de Murcia es gratuito y el Ayuntamiento hasta ha llegado a proporcionar semillas.

El precio en realidad es el de dedicarle el tiempo que la tierra requiere.