La tarde de ayer fue muy especial para la gran familia cristiana de Murcia. Y es que, la Cruz de la Juventud llegó a la ciudad con una bonita entrada, escoltada por una asociación motera. Mayores y pequeños recibieron en Santo Domingo la Cruz regalada a los jóvenes por el Papa Juan Pablo II en 1984, para llevarla en pasacalle hasta la plaza Belluga, donde fue recibida por el obispo, José Manuel Lorca Planes y las autoridades civiles invitadas.