Las chuletas han hecho acto de presencia en el Instituto de Educación Secundaria (IES) Alfonso X el Sabio, de Murcia. El centro ha pillado, al menos, a veinte alumnos del turno de noche utilizando los conocidos 'pinganillos' para copiar en los exámenes de Matemáticas, Filosofía e Historia, después de que un profesor descubriera a un estudiante haciendo uso de este dispositivo. Como todo, la tecnología lleva consigo el avance, el cual llega también a las aulas.

El 'pinganillo' es lo último en el mercado, se trata de un minúsculo audífono (del tamaño de una uña del dedo meñique) que el alumno se coloca en el oído y por el cual, un compañero le va filtrando la información necesaria para contestar a las preguntas del examen desde un lugar alejado del aula donde se esté realizando la prueba.

Según ha podido saber esta redacción, el centro fue informado de lo ocurrido por dos profesores, tras lo que se decidió ponerlo en conocimiento de la Inspección de Educación. Aunque el instituto no lo haya podido demostrar, para la dirección del mismo supuso algo chocante que alumnos con notas inferiores al cinco durante todo el curso, al finalizar el mismo sacaran ochos y nueves. Además, según estudiantes del propio instituto, "todo el mundo sabe que hay muchos que usan 'pinganillos' y a los del nocturno los han pillado".

Según fuentes consultadas por LA OPINIÓN, la Inspección de Educación no ha podido abrir ningún expediente, ni suspender a los alumnos, por falta de pruebas. Sin embargo, tal y como comentan los estudiantes, "no sólo utilizan el 'pinganillo' los del nocturno, por la mañana ha habido muchos que han hecho los exámenes con el mismo método ".

Algo tan pequeño no debe requerir una gran complicación para su uso.

El procedimiento a seguir que llevan a cabo los alumnos que utilizan los 'pinganillos' es muy simple. El que debe realizar la prueba llega a clase con el 'pinganillo' metido en su oído, que está conectado con un dispositivo móvil por el que un amigo le va diciendo las respuestas.

Pero, ¿cómo conoce la persona del exterior el contenido de la prueba? Existen micrófonos minúsculos, que perciben casi susurros, por lo que el alumno puede ir diciéndole las preguntas. En caso de no contar con tan buena calidad, el que filtra las respuestas va preguntando uno a uno los contenidos del examen. En el momento que el estudiante oye la que le interesa tan sólo debe toser para que el interlocutor sepa que es esa la cuestión planteada en la prueba.