Las conclusiones del informe sobre el yacimiento de San Esteban realizado a petición judicial no dejan lugar a dudas. En el estudio -realizado por el arquitecto Enrique de Andrés y los arqueólogos Julio Navarro y Sebastián Ramallo-, los tres expertos se muestran absolutamente contrarios al desmontaje y traslado de los restos, pertenecientes a un conjunto palaciego de la Murcia musulmana del siglo XIII.

El texto, fechado el 27 de abril, se estructura en varios apartados que analizan el interés arqueológico del yacimiento, el procedimiento de excavación llevado a cabo, la entidad de los daños producidos, así como la resolución del 30 de noviembre que permitía la extracción, transporte y almacenamiento de los restos. Ayer, los tres peritos ratificaron este informe ante la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Murcia, responsable del caso, y ante el fiscal de Medio Ambiente y Urbanismo, José Luis Díaz Manzanera, que estuvo detrás de la paralización de las obras de desmontaje.

En sus conclusiones, los expertos dejan clara su disconformidad con la idea de desmontar los restos para continuar con las obras del aparcamiento de San Esteban. "El traslado de monumentos es una solución excepcional", señala el texto. En el caso concreto del yacimiento de San Esteban, además, los peritos recuerdan que los materiales de los restos exhumados hacían imposible su desmontaje "por ser fábricas de ladrillo, tierra y yesos con pavimentos de tierra compactada, cal y yeso". "Los restos aparecidos deben ser consolidados y conservados a su cota original -prosigue el informe-, pues su elevación al nivel de la ciudad actual les haría perder el valor de su autenticidad actual y supondría destruirlos casi por completo".

A pesar de ello, las tareas de desmontaje se iniciaron a primera hora de la mañana del nueve de diciembre y se prolongaron durante cerca de cuatro horas "en contra de las órdenes dadas por los arqueólogos directores de la excavación". "Estos daños, por fortuna, han sido insignificantes -señala el informe en su apartado tercero-, aunque podrían haber llegado a ser muy graves de haber continuado con las tareas de desmontaje".

Los peritos advierten también del deterioro que están sufriendo los restos desde que, por orden judicial, se paralizaron las obras ese mismo nueve de diciembre. "Los daños que sí están siendo relevantes son los producidos por las continuas e intensas lluvias y, muy especialmente, los derivados de no haberse adoptado las medidas necesarias para la eficaz protección de los restos exhumados. Desde entonces se están observando desmoronamiento de muros de tapia de tierra, deformación de perfiles de excavación y agrietamiento de fábricas y pavimentos".