El Centro de Inserción Social (CIS) 'Guillermo Miranda' de Sangonera la Verde, ¿en qué se parece a una prisión?

Es un centro donde se van a cumplir penas de privación de libertad mandadas por los tribunales por parte de presos de tercer grado y penados en régimen abierto, internos de segundo grado que se les permitirá puntualmente salir para trabajo externo, salida a formación, tratamientos ambulatorios para drogodependencias o estancia nocturna entre semana. Gestionamos también penas y medidas alternativas a la cárcel que han proliferado en los últimos años. Está demostrado en estudios de criminología que la intervención con personas penadas en tercer grado reduce la repetición de delitos, disminuye la marginalidad y exclusión social y, de cara al contribuyente, una plaza residencial del CIS supone un ahorro del 50% respecto a una plaza de régimen cerrado u ordinario.

¿Por qué está aumentando la población reclusa si las estadísticas apuntan una reducción del número de delitos en la Región?

La política penal es uno de los pilares de la seguridad ciudadana y los datos estadísticos de evolución de delitos están descendiendo en los últimos dos años y medio de forma sistemática a nivel español y europeo, pero paradójicamente está aumentando drásticamente la población reclusa, sobre todo en el ámbito español. Una de las circunstancias que está ocurriendo también es que los patios de las cárceles españolas ya no están llenas de marginados o delincuentes, sino que hay cada vez más personas normalizadas socialmente, como tú o yo. Sin duda, datos para reflexionar.

Entonces, ¿la crisis económica es una causa de este incremento?

No, el tema de la crisis no tiene nada que ver con este fenómeno, que viene de antes por las continuas reformas del Código Penal de los últimos diez años. Hace años España era uno de los países con los índices más bajos de encarcelamiento, pero hoy somos el número uno del entorno europeo en encarcelamientos y en endurecimiento de las penas. El Código Penal español es el más exigente y duro y, a pesar de la creencia social, el que entra no sale hasta que no se han concluido las penas. Pero también es cierto que nuestro sistema penitenciario es eficaz y humanizante.

Cómo seleccionarán a los penados que lleguen al CIS, pues sólo hay 300 plazas para residentes.

Instituciones Penitenciarias nos enviará a aquellas personas sobre las que podemos pensar que no van a volver a delinquir y que pueden estar en un régimen abierto. No es una ciencia exacta, puede haber errores de apreciación, pero hay instrumentos de prediccion del riesgo. Puede haber personas que han cometido pequeños delitos de robos que no van a estar nunca en régimen abierto, y otros que hayan cometido delitos de muerte y estén en régimen abierto, por poner los casos extremos. Depende de la persona, de la pena, de su pasado y su presente, sus valores, su contexto, su grado de arrepentimiento.

¿Qué papel jugó Guillermo Miranda -ex director del Centro Penitenciario de Murcia, fallecido en enero de 2009- para la creación de esta nueva infraestructura?

Fue quien negoció directamente este proyecto con la Secretaría General. Era un gran humanista, un chistoso, un teórico del sistema penal y penitenciario y buen gestor.