Noche de recogimiento, respeto, solemnidad y profundo silencio. Desde la iglesia de San Lorenzo partirá, a las diez de la noche, la procesión del Santísimo Cristo del Refugio. Se trata del cortejo en el que las palabras se dejan aparcadas en los hogares de cada uno de los nazarenos y se desfila por la ciudad en completa oscuridad con el único sonido de las corales que cantan al Cristo en diferentes puntos del recorrido. Media hora antes de empezar la procesión, los cofrades del Refugio, vestidos de negro y morado, se dan cita en su iglesia para dar comienzo a un desfile pasional que es recibido en la calle Correos por cientos de personas que esperan presenciar una de las salidas más bellas de la Semana Santa murciana. Cabe destacar, igualmente, que el regreso de la procesión suele ser el momento más apreciado por el público, ya que los nazarenos del Refugio reciben a su titular arrodillados, formando un "pasillo" a las puertas de San Lorenzo.

La noche de Jueves Santo se convierte en la noche del silencio y la tristeza ante la inminente muerte de Jesús. Una jornada de sufrimiento que se refleja en las miradas de los nazarenos del Refugio.

Pero, el silencio se romperá con las voces de las corales que le cantarán al Cristo en diferentes puntos del recorrido de la procesión del Refugio. Las corales actuarán en:

n Coral Discantus. Iglesia de San Lorenzo.

n Coro Ficus. Plaza de Santo Domingo.

n Coral Kodaly. Iglesia de Santo Domingo.

n Auroros de Nuestra Señora del Carmen de Rincón de Seca. Banco Santander.

n Coro de San Andrés y Santa María de la Arrixaca. Cuatro Esquinas.

n Capilla Clásica. Real Casino de Murcia.

n Tuna de Magisterio. Plaza de la Cruz.

n Grupo de Pasión. Plaza Cardenal Belluga.

n Coral Santa Cecilia. Puerta del Palacio Episcopal.

n Hermandad del Rosario. Plaza de los Apóstoles.

n Coro de San Antolín. Calle Pintor Villacís.

n Canticurum Jubilo. Plaza Raimundo González.

n La saetera. Plaza Cetina.

n Orfeón Fernández Caballero. Iglesia de San Lorenzo. Las voces del Orfeón pondrán el broche de oro a una noche de silencio.