Siete jóvenes se sentaron ayer en el banquillo de los acusados por la ocupación, en diciembre del año 2007, de un edificio abandonado en Churra. El fiscal les acusa de un delito de usurpación de vivienda y pide para cada uno de ellos una pena de 750 euros de multa. El edificio -conocido como centro social 'La Fábrika de Hielo' y que se convirtió en un referente en Murcia dentro del movimiento okupa- fue desalojado un año después, en diciembre de 2008.

En su escrito de calificación, el ministerio público atribuye la propiedad del inmueble -"que se encontraba deshabitada, sin actividad alguna y con aparente estado de falta de mantenimiento"- a la familia Aguilar Amat, que fue quien impulsó el desalojo por la vía penal y cuyo letrado, Dionisio Alcázar, no quiso ayer atender a esta redacción. El abogado defensor de los siete jóvenes, Arturo Acón, aseguró por su parte que el edificio, en realidad, pertenece a una sociedad "de la que la familia Amat forma parte y que quiere especular con el terreno".

El letrado, además, consideró "improcedente" la acusación de usurpación ya que, a su juicio, "lo único que se hizo fue un uso puntual del edificio". Acón, quien asumió que "el indudable componente ideológico" del caso puede perjudicar a sus representados, consideró también arbitraria la acusación contra los siete jóvenes. "Aquí se ha llevado a juicio a gente que estaba allí participando en los cursos y talleres que se hacían". Según el escrito del fiscal, cinco de los acusados fueron detenidos en el momento del desalojo del centro -que se produjo a primera hora del once de diciembre de 2008-, mientras que los otros dos "pernoctaron en el citado inmueble pese a conocer que los propietarios no habían autorizado nunca su utilización por personas ajenas".