Es considerado la máxima autoridad española en arqueología islámica, plaza que ganó por concurso en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Csic) y que le llevó a dejar Murcia para ponerse al frente de la Escuela de Estudios Árabes de Granada. Julio Navarro, ex arqueólogo del ayuntamiento de Murcia, dice que está asombrado con el caso de San Esteban. ¿Qué sabíamos hasta ahora de lo que podía deparar este yacimiento y qué conocemos ahora?

Pensábamos que bajo el antiguo jardín de San Esteban había un barrio extramuros, el llamado arrabal norte, que nace por la saturación de la ciudad. El arrabal, que es un síntoma de vejez urbana, rodeaba la ciudad en forma de ele, desde la zona de la Universidad hasta San Antolín. Santa Teresa, Romea y Santo Domingo, San Andrés y hasta el Plano de San Francisco quedaban fuera de las murallas. Pensábamos que había grandes zonas de huerta con casas aristocráticas. Pero lo que hemos comprobado es que en esta zona había un barrio densísimo que tiene un gran interés arqueológico por la gigantesca superficie que ocupa el propio yacimiento.

¿Dónde está entonces la excepcionalidad de los restos hallados?

Lo único excepcional en San Esteban es que por primera vez tenemos una extensión única para estudiar la trama urbana de la Murcia andalusí. Y no sabemos lo que se ha podido destruir durante la propia excavación porque no es lo mismo excavar para conservar los restos que excavar para destruirlos.

En otros casos similares, ¿cómo actúan los ayuntamientos?

Pues los destruyen sin pestañear después de investigarlos y eso, si se hace aquí en Murcia, como si se hace en cualquier otro sitio, está muy mal hecho. Los ayuntamientos tienen las competencias y son los que deciden en última instancia. En este caso concreto, yo me he quedado impresionado porque después de 30 años investigando Murcia no esperaba que apareciera un barrio residencial tan denso.

En este tipo de yacimientos, ¿es aconsejable el traslado de restos?

Quien diga eso es una tomadura de pelo. El traslado de este tipo de restos, que están hechos con tierra, ladrillo o mampostería, no cabe en ninguna cabeza inteligente. Sólo en casos de sillería es medio aceptable un traslado, pero en ningún caso y bajo ningún concepto cabe hablar de traslado.

¿Qué haría usted en este caso?

Conservarlos. Está claro que es un caso único y espero que esta vez no nos nieguen el pan y la sal.