El empresario cartagenero Tomás Olivo no está dispuesto a perder ni un solo metro cuadrado de su propiedad en el recinto de la antigua Fábrica Nacional de la Pólvora y ha presentado dos recursos -uno administrativo en la Gerencia de Urbanismo y otro en el Juzgado de lo Contencioso-administrativo- contra el Ayuntamiento por la ocupación directa de 1.130 metros cuadrados. Con ellos la Gerencia construirá una calle que unirá Acisclo Díaz con Pasos de Santiago partiendo por la mitad su finca abandonada en una de las zonas más céntricas de la ciudad de Murcia.

Olivo, a través de su sociedad General de Galerías Comerciales S.A., pretende detener así este proyecto, que fue aprobado definitivamente por el Consejo Rector de Urbanismo en junio de 2009. Esta situación ha trastocado los planes del Ayuntamiento, que pretendía abrir "antes de final de año" la vía, que contaría con una rotonda en la que se conservaría la capilla-ermita del Vía Crucis, un monumento propiedad de Olivo y catalogado en el Plan Especial del Conjunto Histórico-Artístico del Plan de Ordenación Urbana (PGOU) de 2001.

Según informaron ayer a LA OPINIÓN fuentes municipales, Olivo ha presentado también en el servicio de Planeamiento de la Gerencia un estudio de detalle de su parcela de 11.907 metros cuadrados brutos y una propuesta para la modificación del PGOU con el fin de trasladar la edificabilidad de la parcela más pequeña que quedaría por la división de la finca a la más grande con el fin de conseguir más volumen en altura.

Esta concentración de la edificabilidad en una parte de la finca no está contemplada en el planeamiento a diferencia del vial de poco más de un kilómetro, por lo que las fuentes indicaron que el Ayuntamiento simplemente ha procedido al cumplimiento de la legalidad en vista de que Olivo retrasa la urbanización de su céntrica parcela.

No es la primera vez que Olivo lleva a los tribunales al Ayuntamiento, ya que reclama más edificabilidad para poder construir tres torres de hasta 20 plantas, galerías de locales comerciales y un hotel. Olivo, uno de los promotores más conocidos de Marbella, está implicado en la Operación Malaya contra la corrupción urbanística acusado de blanqueo de capitales y cohecho en la obtención de licencias.