Para muchos alumnos las clases de Griego y Latín solían ser una de las más aburridas y así siempre se ha catalogado a las lenguas muertas. Pero, entrar a la clase de Juana, como la conocían sus alumnos, no llegaba a suponer un gran esfuerzo, ya que, como mínimo, estaban aseguradas un par de carcajadas. Sus compañeros en el colegio los Maristas de Murcia recuerdan su gran humor, y de eso puede dar fe la que aquí escribe, pues fue su alumna durante varios años. Juana María Clares Sánchez falleció el pasado sábado a los 65 años de edad, tras luchar contra una grave enfermedad.

En 1980 se incorporó a la familia Marista, en la cual trabajó como profesora de Griego, Latín, Lengua Castellana y Literatura, hasta julio de este mismo año, fecha en la que se jubiló oficialmente. "No ha tenido una vida nada fácil, todo lo que nadie quiere que le pase, le pasó a ella, pero nunca perdió la sonrisa", asegura el director de los Maristas de La Merced, José Antonio García Izquierdo, quien además destaca el cariño con el que trataba a sus alumnos, "algo fundamental en esta profesión", añade.

Su vida se centró en la dedicación a su familia y fue una mujer con profunda fe en Dios, tal y como recuerda García Izquierdo. Tanto su hijo Rogelio como sus nietas Paula y Nora la echarán de menos, pero, a la vez, estarán contentos, pues su madre y abuela se ha reencontrado en el cielo con su otro hijo Nono. La comunidad educativa de los Maristas siempre la recordará, al igual que sus familiares y amigos.