Una de las obras más grandes que pintó José María Párraga, el llamado 'Mural de la música y la danza', adornará el vestíbulo del nuevo Auditorio de Algezares, que se incorporará en 2010 a la red municipal de Auditorios, formada por seis instalaciones municipales: los de La Alberca, Beniaján y Cabezo de Torres, y los tres al aire libre del parque Fofó, Murcia Parque y Thader. El nuevo edificio, cuyas obras están prácticamente finalizadas, abrirá después de Navidad ya que aún está pendiente de sacar a contratación la fase de equipamientos -la próxima semana se aprobarán en Junta de Gobierno las bases del concurso para dotarlo de mobiliario y servicios-.

El concejal de Fiestas y Calidad y Modernización de la Administración, Rafael Gómez, avanzó que el nuevo Auditorio tendrá una programación propia y sorprenderá a los usuarios desde la entrada, que aparecerá decorada con el mural que embelleció una de las salas de fiesta del Ateneo Agrícola e Instructivo de Algezares, que en febrero pasado donó la obra al Consistorio, a través del programa de recuperación del patrimonio 'Murcia que se fue', ante el inminente derribo del edificio. La obra data del año 1965, tiene unas dimensiones de 15x40 metros y se encuentra desde el pasado verano en el estudio del pintor Manuel López Menárguez, que con su empresa Mizar 21 Diseños S.L. está realizando las labores de restauración.

Un proceso bien complicado, según relata el propio Menárguez, ya que el mural se encontraba muy deteriorado. "Hubo que hacer un estudio previo para poder arrancarlo de la pared sin que sufriera daños ya que corríamos el riesgo de que con la humedad se descompusiera", relata. "Ha sido como un parto, porque había que preparar la pared, utilizar el adhesivo adecuado, engasarlo todo, cortar las piezas en cuadrículas, trasladarlas al estudio y volver a montarlas como en mosaico, limpiarlas, estucar las partes más deterioradas... En fin, una odisea".

Una vez que concluya la restauración -posiblemente en dos semanas ya esté terminada- el mural será colocado encima de las puertas de entrada al Auditorio a 2,50 metros de altura. "Ya estamos en la recta final y ya casi no nos acordábamos de cuando en julio tuvimos que estar desmontando todo aquello con una máscara que cubría toda la cabeza para evitar el contacto con los productos tóxicos". Ahora sólo queda que guste también al público.