Un padre y su hijo, menor de edad, fueron detenidos por agentes de la Policía Local de Murcia en la pedanía de Beniaján después de que se agredieran mutuamente a navajazos en el domicilio familiar, según informaron fuentes policiales.

Los hechos ocurrieron en la tarde del lunes, hacia las 15.40 horas, y un vecino alertó de los mismos telefoneando a la sala del 092 y dijo que en el interior de la vivienda había dos personas que se estaban amenazando y peleándose con cuchillos.

Al lugar de los hechos, un edificio de viviendas sociales del Ayuntamiento, se desplazaron dos patrullas de la Policía Local, así como personal médico, que atendió en un primer momento al menor de 16 años, que se encontraba en la calle con diversos cortes de gravedad en los brazos y manos. El joven indicó a los agentes que su padre, V.S.M. de 38 años, le había agredido y amenazado con un cuchillo.

Cuando llegaron los agentes al interior del piso, encontraron al hombre igualmente con diversos cortes en los brazos y éste manifestó que había sido su hijo quien le había agredido, y en defensa propia, había tenido que contrarrestar el ataque con otro cuchillo. De igual modo, tuvo que ser atendido por los efectivos médicos de las heridas causadas por el arma blanca de su hijo.

Finalmente, los agentes tuvieron que trasladar al joven al Servicio de Urgencias de Algezares, ya que precisaba en una mano una cura más en profundidad, teniéndole que aplicar puntos de sutura, y a continuación ambos fueron trasladados al puesto de la Guardia Civil de Torreagüera para instruirles diligencias.

Las fuentes policiales consultadas indicaron que se ha abierto una investigación para determinar quién de los dos familiares que participaron en la riña fue el agresor y quién se defendió y, dado que no hay testigos presenciales, se tendrá en cuenta lo que escuchó la persona que telefoneó para alertar de lo que estaba ocurriendo dentro de la casa y se han recogido pruebas para ponerlas a disposición del juez y del fiscal.

LA OPINIÓN ha podido saber que el padre tenía una orden de alejamiento sobre una hija y que el menor se negó a declarar ante los agentes de la Guardia Civil.

Por otra parte, varios vecinos de las personas que se vieron involucradas en este suceso reconocieron que "las riñas son habituales en el edificio debido a que hay varias familias que son conflictivas".