La magistrada de la Audiencia Nacional Carmen Lamela ha decretado el ingreso en prisión provisional para dos hombres de 21 y 33 años de origen senegalés y marroquí y que fueron detenidos este miércoles en Lorca y Abadiño detenidos este miércoles en LorcaAbadiño (Vizcaya), respectivamente, por los delitos de enaltecimiento del terrorismo, adoctrinamiento, autoadoctrinamiento y captación, informan fuentes jurídicas.

El arresto de ambos se produjo en el marco de una operación hispano-marroquí que culminó con la detención además de otros presuntos yihadistas en Marruecos. Se trata de una operación dirigida por la titular del Juzgado Central del Instrucción número 3 en coordinación con la Policía y la Dirección y la Dirección General de Vigilancia del Territorio del Reino de Marruecos (DGST)

Según informó el Ministerio del Interior, los dos arrestados en España formaban parte de una estructura virtual de reclutamiento y adoctrinamiento que buscaba incitar la comisión de atentados en España y otros países de Europa. Enclavados en la estructura de propaganda, estaban conectados entre ellos de forma 'online', y actuaban como "amplificadores del mensaje violento del Estado Islámico en Internet para aumentar la comisión de atentados en Occidente".

Las investigaciones pusieron de manifiesto que los detenidos compartían vídeos que ensalzaban a la organización terrorista y divulgaban material sobre el uso y manejo de armas blancas con movimientos de ataque y ofensivos, contenidos todos ellos dirigidos a la autocapacitación y a enseñar a otros técnicas de decapitación

El arrestado en Lorca y era considerado una amenaza por los investigadores al haber manifestado su voluntad expresa de realizar ataques contra la población civil voluntad expresa de realizar ataques contra la población civilempleando algunos de estos métodos violentos. Con el otro detenido en Vizcaya, llevaba a cabo labores de adoctrinamiento a favor de Daesh con personas próximas a ellos, manteniendo conexiones con yihadistas ubicados en Siria.

La presunta célula, de la que formaban parte el total de cinco detenidos, instrumentalizaba sus perfiles en redes sociales para llevar a cabo las consignas recibidas por la matriz central de Estado Islámico con el objetivo de divulgar el material propagandístico de esta organización terrorista como el medio más directo para captar, adoctrinar y reclutar a nuevos miembros.