La Guardia Civil ha detenido en las localidades alicantinas de Aspe y Novelda a cuatro hombres de entre 21 y 41 años como presuntos autores de cuatro robos con fuerza, un delito de hurto, un delito de estafa y un delito de usurpación de estado civil. En cuatro meses, robaron 3,5 toneladas de cobre por 12.000 euros en varias localidades de Alicante y una de Murcia.

En la misma operación otros tres hombres de 31 a 43 años han sido investigados en Sant Vicent del Raspeig (Alicante) como presuntos autores de tres delitos continuados de receptación, según ha informado el instituto armado en un comunicado.

El Equipo ROCA del municipio alicantino de Ibi ha esclarecido, tras las detenciones, varios delitos de robo y hurto cometidos en Alicante, Elche, Agost y Aspe --en la provincia de Alicante--, así como en Torrepacheco (Murcia). Los efectos sustraídos tienen un valor de alrededor de 4.000 euros.

La empresa que sufrió más pérdidas fue una fábrica de cerámica asentada en Agost, cuyo propietario necesitará una inversión de 89.000 euros para ponerla de nuevo en funcionamiento, según la Guardia Civil.

Según algunos testigos, los sospechosos cometían los robos a plena luz del día. Inicialmente, los agentes detectaron que dos personas vendían chatarra y metales robados.

Los efectivos les siguieron prácticamente a diario y durante cientos de kilómetros por las provincias de Alicante y Murcia, con el objetivo de recabar pruebas para incriminarles. El seguimiento permitió determinar que eran un grupo de cuatro personas.

El primero fue detenido tras el hurto en Elche de ocho estructuras metálicas para el almacenamiento de fruta, valoradas en 1.200 euros, además de por la presunta estafa a un chatarrero que se las compró pensando que eran de procedencia legal.

SE HACE PASAR POR SU HERMANO INTERNO EN PRISIÓN

Las otras tres fueron detenidas en Aspe, cuando regresaban el robo en Torrepacheco de un total de 29 baterías acumuladoras valoradas en 3.500 euros. Uno de estos individuos también trató de engañar a la Guardia Civil aportando los datos de un hermano suyo que está en prisión, por lo que le fue imputado un presunto delito de usurpación de estado civil.

La operación finalizó con la investigación, por un presunto delito de receptación, de las tres personas que les compraron todos los metales y el cobre, aún sabiendo que eran robados. Durante cuatro meses, vendieron a estos establecimientos de reciclado --situados en Finestrat y en Benidorm (Alicante)-- más de 3.500 kilos de cobre, que les aportó un beneficio económico de cerca de 12.000 euros.

Los cuatro han sido detenidos como presuntos autores de cuatro delitos de robo, uno de hurto, otro de estafa y un último de usurpación de estado civil. Todos han quedado en libertad tras su paso a disposición judicial.