Las cenizas de un difunto que expresó su deseo de que fueran enterradas junto a un árbol que debía ser plantado en Abanilla (Murcia) ha generado un conflicto que ha llegado a los tribunales, cuando algunos familiares quisieron quedarse con parte de ellas, que, presuntamente, metieron en latas de conserva y en lo que parecía ser una caja de puros habanos.

Así se señala en un auto de la Audiencia Provincial de Murcia que desestima el recurso que la esposa y los dos hijos presentaron contra la resolución del Juzgado del Cieza al que correspondió su demanda, que consideró que los hechos denunciados podían ser constitutivos de un delito leve de lesiones o maltrato de obra, pero no un delito de falta de respeto a los difuntos.

El pleito enfrenta en los tribunales a la esposa y dos hijos, por un lado, que sostienen que el altercado se produjo cuando trataron de cumplir el deseo del fallecido, y los abuelos paternos y los tíos paternos de aquellos dos últimos.

Según la denuncia presentada por uno de los hijos en el cuartel de la Guardia Civil de Arganda del Rey (Madrid), unos días después de producirse el óbito, lo que ocurrió en octubre de 2013, se desplazó con su madre y su hermana hasta Abanilla para esparcir las cenizas junto al árbol que se plantase en ese mismo momento, como les había pedido el difunto.

Al lugar habían acudido también los otros cuatro familiares contra los que se dirigió la denuncia y a los que se investiga por los incidentes.

Cuando la hermana del denunciante llevaba la urna que contenía las cenizas, "sus tíos se abalanzaron sobre ella y se la arrebataron, comenzando a repartir las mismas, depositándolas en latas de conserva vacías, produciéndose un forcejeo".

El auto añade que este declarante señaló también que "para evitar males mayores introdujo a su madre y hermano en el coche en el que habían acudido al lugar, pudiendo llevarse la urna, que la tuvo que coger del suelo, habiéndose derramado parte de las cenizas".

El denunciante reconoció que los denunciados le habían manifestado con anterioridad que querían parte de las cenizas de su padre, pero que tanto él como su madre y hermana se negaron a ello porque querían cumplir la voluntad de aquel.

El auto de la Audiencia se refiere también a lo que declaró uno de los denunciados, que es el abuelo paterno del denunciante y que manifestó que estuvieron en el lugar para intentar coger un poco de las cenizas de su hijo, pero no para guardarlas en latas, sino en otro objeto más adecuado.

Declaró así mismo que llegaron a coger parte de las mismas, pero que, "para no formar más lío", las dejaron allí.

La resolución de la Audiencia, al confirmar la negativa a investigar los hechos también como constitutivos del delito de faltar al respeto debido a los difuntos, dice que los mismos no reúnen los requisitos exigidos para considerar que se pudo incurrir por los denunciados en la comisión del mismo.

Y añade que "los actos descritos por el denunciante, indudablemente, tienen una honda trascendencia personal y familiar, pero a la vista de las explicaciones dadas por los denunciados de que actuaron guiados por lazos familiares y que al final decidieron dejar las cenizas en el lugar, los hechos no tendrían encaje en el citado delito".