La devoción a las Benditas Ánimas del Purgatorio en el municipio de Blanca está muy arraigada. Existe documentación, desde 1565, en la que, en los testamentos, consta que al fallecer se hagan misas rezadas por las ánimas de sus familiares, padres, suegros? y por las Ánimas del Purgatorio.

En años posteriores, en 1680, en el testamento de Antón Hernández, vecino y alcalde de Blanca, ofrece a la Cofradía de las Ánimas dos misas, lo que también nos da idea de lo antigua que es la Cofradía, ya que durante el año realiza actividades tales como misa diaria a los difuntos, misa funeral en la parroquia y cementerio el día 2 de noviembre, en colaboración con Cáritas.

Desde fechas próximas a la Navidad, la Cuadrilla de Ánimas sale presidida por el estandarte con la imagen de la Virgen del Carmen, abogada e intercesora de la ánimas, a visitar todas las casas del pueblo, pidiendo limosna e interpretando, en las casas que así lo piden, coplas animeras, que son de cuatro versos de ocho sílabas, con rima asonante o consonante en el segundo y cuarto, quedando libres el primero y tercero, y un estribillo, he aquí algunas:

«Las Ánimas del Purgatorio en la puerta las tenéis, si le dais una limosna en el Cielo la hallaréis. Si no puedes con limosna, reza con grande cariño un rosario, que a las Ánimas también le sirve de alivio. Recréate en este cuadro de las Ánimas benditas y verás que amargamente lloran las pobrecicas.

Mira las Ánimas, mira, mírales en este cuadro, mira a ver si reconoces, padre, pariente o hermano». El estribillo finaliza con el último verso de la copla, pidiendo por que gocen de la presencia de Dios, como el siguiente: «Padre, pariente o hermano, digamos con devoción que las Ánimas benditas vayan a gozar de Dios».

Este recorrido por todas las casas del pueblo finaliza el día de Reyes, comenzando la 'despedía' en la capilla de 'La Milagrosa', de las Hermanas de la Caridad. A continuación se recorren las calles próximas a la parroquia y, al finalizar la misa de la tarde entra la cuadrilla en la iglesia y, situándose al pie del altar mayor, se inicia la 'despedía', que tiene dos partes diferentes, la primera con coplas de ruegos que hacen las ánimas para ser rescatadas del Purgatorio y la segunda es de petición de gracias a los santos para que terminen los sufrimientos de estas ánimas. Una vez finalizada la 'despedía' se dice la frase «¡Salud para el año que viene!»

Es una bonita tradición, única en nuestra Región, que debemos conservar y a la que merece la pena asistir.