El joven Iván G. P. sostiene la primera versión que dio: que él es inocente y que no estaba en la casa de la calle Asturias en el momento de los hechos. Según su testimonio, llegó por la mañana temprano y fue cuando encontró los cuerpos. Por eso se dirigió, muy nervioso, a dependencias policiales, para denunciar el crimen.

Para demostrar que aquel Lunes Santo se fue de fiesta hasta la madrugada, el joven cuenta con el testimonio de hasta seis personas que lo vieron por ahí. Sin embargo, los investigadores no creen que sea incompatible una cosa con la otra. Es factible que hubiese salido y, a la vez, regresar a su domicilio de madrugada y cometer, presuntamente, los crímenes.

Luis Santos, abogado defensor de Iván, explicó que el joven se encuentra hoy «más tranquilo» y que «mantiene que él no fue». Lo que el chico quiere «que la Guardia Civil averigüe quién fue».

Iván G. P. pasará finalmente el Viernes Santo, a disposición judicial, confirmó su abogado. Iba a pasar mañana, pero al final mañana será la declaración en la Comandancia de la Guardia Civil de Murcia. El Juzgado de Instrucción Número 2 De Molina de Segura se ha hecho cargo del caso.

Llevó el cadáver de la madre al sofá y lo tapó con una manta. El del joven Miguel Ángel también lo cubrió, pero sólo medio cuerpo. Los investigadores creen que la mujer fue un daño colateral, pues salió al salón al escuchar los gritos de cómo mataban a su hijo pequeño. En la vivienda de la calle Asturias había dos charcos de sangre. Y la mancuerna de gimnasio con la que presuntamente se cometió el doble crimen de Las Torres de Cotillas, por el que la Guardia Civil mantiene detenido al joven Iván G. P. como principal sospechoso.

El arma del crimen estaba en la casa donde se hallaron los cuerpos. Un escenario dantesco, según cuentan los que lo vieron. La Policía Científica y la Policía Judicial, que siguen investigando, tienen sólidos indicios de que el sospechoso mató a la mujer en otro sitio de la casa, no en el sofá en el que estaban sus restos mortales.

Según las primeras hipótesis, el presunto criminal habría llegado a su casa de madrugada. Allí se habría producido una discusión con el joven Miguel Ángel en el transcurso de la cual el atacante cogió una mancuerna de gimnasio y golpeó en repetidas ocasiones al chico. Tras matarlo, dejó el cadáver en una silla.

Los especialistas creen que la forma en la que se encontró el cuerpo de la madre denota remordimientos: la mujer estaba acostada en el sofá y tapada completamente. Un escenario que, intuyen, no habrían dejado los sicarios del supuesto ajuste de cuentas que se barajó como hipótesis al principio.

Por otra parte, los investigadores que estuvieron presentes en la vivienda de Las Torres de Cotillas donde tuvo lugar el doble crimen han encontrado también una plantación de marihuana.

Los crímenes se habrían cometido sobre las cinco de la mañana, hora a la que algunos vecinos afirman haber escuchado gritos procedentes de la casa. No fue hasta las siete cuando Iván G. P. daba la voz de alarma y se dirigía en coche, muy alterado, hasta el cuartel de la Benemérita. Llevaba las manos manchadas de sangre. Dijo que fue de encontrar los cuerpos.

El chico, hijo y hermano de las víctima, ha pasado su primera noche en el calabozo, tras ser detenido después de declarar durante horas ante la Benemérita. Entró en el cuartel en calidad de testigo y aún permanece allí, pero como presunto autor del doble crimen. Esta mañana recibía la visita del letrado que lo asiste.

El joven sostiene la primera versión que dio: que él no estaba en la casa de la calle Asturias en el momento de los hechos. Según su testimonio, llegó por la mañana temprano y fue cuando encontró los cuerpos. Por eso se dirigió, muy nervioso, a dependencias policiales, para denunciar el crimen. Llegó allí con las manos ensangrentadas.

Cuando los investigadores fueron a la vivienda, hallaron el macabro escenario: madre e hijo muertos, golpeados con gran violencia por una barra de hierro o unas mancuernas. La Guardia Civil acordonó la zona. La Científica comenzó a tomar muestras. Pasaron horas hasta que se autorizó el levantamiento de los cadáveres, que fueron llevados al Instituto de Medicina Legal, para las pertinentes autopsias. La autopsia ha confirmado que los mataron a golpes.

La Benemérita investiga si el sospechoso tiene vínculos con el narcotráfico, algo apuntado por fuentes cercanas al caso y que también repetían los vecinos de la calle Asturias. Aseguraban que los padres de la familia eran muy buenas personas, pero que los hijos, en especial Iván, se movían en un mundo de "malas compañías".

También está en el punto de mira de los investigadores de la Policía Judicial el alto nivel de vida del que el joven hacía gala, con viajes a Dubái incluidos.