Cientos de personas despedían al pequeño Miguel, el niño que perdió la vida el pasado viernes tras sufrir un accidente doméstico en su casa en Caravaca de la Cruz. La capilla del tanatorio se quedaba pequeña para dar el último adiós Miguel Pérez, que con tan solo 9 años de edad, perdía la vida tras asfixiarse con una cortina de plástico que había en la cocina de su casa en la calle Cervantes.

Familiares, amigos y vecinos de la familia no podían creer el fatal desenlace que tuvo el accidente doméstico. Durante todo el fin de semana las banderas del ayuntamiento hondearon a media hasta banderas del ayuntamiento hondearon a media hastacon crespones negros y se guardaron dos minutos de silencio en los actos oficiales. Al medio día el niño recibía sepultura en el cementerio municipal de Caravaca de la Cruz.