Si usted es un visitante esporádico del paraje de las Cuatro Calas de Águilas se llevará una sorpresa si acude ahora. Y es que la Consejería de Turismo, Cultura y Medio Ambiente ha recuperado hábitats degradados de este paisaje protegido, que habían sido dañados por la entrada de vehículos que eran aparcados o circulaban por zonas de vegetación para acceder a las distintas playas de la zona.

La ordenación del uso público de los accesos a las playas se ha centrado en la correcta delimitación de áreas de aparcamiento y viales, para evitar el inadecuado tránsito de vehículos a motor sobre áreas ocupadas por vegetación protegida. Para ello, se han instalado casi 300 metros lineales, a modo de barrera, de traviesas de madera ecológica y rocas de grandes dimensiones. La actuación realizada por la Comunidad supone la mejora de la permeabilidad del suelo, a través de su descompactación, facilitando la restauración natural de más de 5.000 metros cuadrados de hábitats dunares y de saladar en las zonas degradadas por el tránsito inadecuado de los vehículos.

La directora general del Medio Natural, Consuelo Rosauro, visitó esta actuación y destacó que «la ordenación del uso público y actuaciones como las que realizamos permiten preservar mejor este paisaje natural que se había degradado por el tránsito de vehículos por zonas de vegetación protegida».

Asimismo, explicó que se favorecerá la colonización natural por las especies vegetales autóctonas, como alcaravanes, carracas, collalbas o el halcón peregrino, entre otras. También hizo énfasis en que «la delimitación de viales y zonas de aparcamiento ofrecerá mayor calidad al gran número de turistas que visitan este paisaje protegido, sobre todo durante la época estival, gracias a la protección de sus atractivas formas geológicas, a la mejora del paisaje natural y al incremento en la seguridad vial».

El paisaje protegido Cuatro Calas ocupa los últimos territorios de la Región en su límite con Andalucía y sus relieves costeros alternan acantilados con calas como Calarreona, La Higuerica, La Carolina y Cocedores, hacia el interior, el paisaje está formado por estepa de esparto, cambrón y cornical.