Los grupos de oposición en el Ayuntamiento de Abarán no se lo están poniendo nada fácil a José Miguel Manzanares, el recientemente nombrado alcalde de la localidad. Los partidos políticos PSOE, Izquierda Unida, UyD y Ciudadanos han tumbado la dedicación exclusiva y un sueldo para el nuevo alcalde «hasta que no reestructure el gobierno».

La oposición votó en contra para que el regidor pueda cobrar hasta que no reestructure el gobierno. Fue la primera piedra que se encontró este viernes en el camino el nuevo alcalde de Abarán, que, de momento, no va a poder cobrar su sueldo como regidor.

La del viernes por la noche era su primera sesión tras la que tuvo lugar hace dos semanas para tomar posesión de su cargo, y el primer resbalón no se ha hecho esperar. La oposición en bloque (PSOE, IU, UyD y Cs) tumbó el punto donde se establecía la «dedicación exclusiva del alcalde y sus retribuciones» por entender que existía «una falta de planificación a la hora de llevar este asunto al Pleno».

Ignacio Carrillo señaló que «esto que nos trae a pleno no es lo más importante, si no ponerse a trabajar por Abarán, para que la gente empiece a ver cosas». Carrillo advirtió además que el sueldo, de 2.200 euros al mes, «nos parece desorbitado, así que, recule porque un sueldo así no lo vamos a aprobar».

Desde Izquierda Unida se acusó al PP «de no consensuar el sueldo y de falta de planificación», aseverando que lo más importante «no se ha traído al pleno, como es la reestructuración del gobierno municipal y la redistribución de las competencias».

Fernando Martínez, de UyD, señaló que «es preciso una modificación de créditos para que el alcalde pueda cobrar», mientras que la concejala de Cs, Rosa García, señaló que «estamos ante un nuevo error del equipo de Gobierno, y no del nuevo alcalde, que va a hacer que aquí tengamos que votar 'no'».

Al ser un asunto que le atañe directamente, el alcalde declinó defenderse en el pleno pero los distintos portavoces recibieron la contestación del primer teniente de alcalde, José Luis Tornero Carpena, quien subrayó que «el nuevo alcalde va a cobrar bastante menos de lo que cobraba en su trabajo y, aunque se puede ajustar, no se puede considerar como excesivo dicho sueldo».