Esta es la estampa que se encontró el director Ángel García, del Colegio Virgen del Rosario, en La Cueva (Monteagudo). El conserje perimetrando la zona en torno a unos "15 o 16 metros cuadrados" de ladrillo externo que el viento derribó en algún momento de ayer.

"Hemos tenido mucho suerte, porque la zona es paso de alumnos y donde las familias suelen esperarles al salir del colegio", afirma en conversación telefónica. "Por suerte ocurrió en fin de semana".

El derribo le ha pillado por sorpresa, pues aunque admite que "el edificio es viejo y podría haberse hecho mejor" y que habían presentado varias solicitudes de reforma a la Comunidad -para retirar el amianto del techo y cambiar las viejas ventanas-, nada parecía indicar que ese muro pudiera caer en ningún momento.

Actualmente técnicos de la Consejería de Educación se encuentran evaluando el edificio. Serán ellos quienes decidan si se podrá acceder al mismo en las próximas horas o si por el contrario habrán de esperar un poco más. En cualquier caso se pone a disposición de la Dirección General de Centros y afirma que no piensa "hacer leña del árbol caído" ni reprochar nada. Al contrario, vuelve a reiterar, agradece que no haya que lamentar más daños que los materiales.