Las calles del municipio de Blanca se llenaron a rebosar ayer para ver el encierro de toros y vaquillas que se desarrolló en el municipio con motivo de la V Feria de la Villa del Toro. Unas 4.000 personas abarrotaron el pueblo en un encierro que resultó muy rápido y limpio, ya que no se registraron heridos.

Los astados, cinco toros, dos mansos y dos vaquillas (de la ganadería Mollalta), corrieron por el nuevo trazado, que ya el año pasado se habilitó para este acontecimiento, diferenciándolo así del veterano encierro de Blanca que desde hace décadas se celebra en agosto en el municipio. La reses se torean esta tarde en una corrida en la plaza portátil con los diestros Oscar Mota, Antonio Nazaré y Filiberto.

El encierro vino precedido, en la noche de este viernes, de la entrega de los quintos premios Blanca Villa del Toro, con los que el Consistorio pretende poner en valor a las personas o asociaciones que trabajan para que «la tradición taurina se mantenga viva», tal y como aseguró la alcaldesa de la localidad, Esther Hortelano.

La entrega de premios tuvo lugar en la Fundación Pedro Cano en un acto que estuvo amenizado por la Escuela de Baile Belén Laorde. El premio nacional, otorgado por el Consistorio, recayó en esta ocasión en el ayuntamiento de Villaseca de la Sagra.