La Escuela del Tambor de Mula lleva años formando a las nuevas generaciones de tamboristas que en los meses previos a la celebración de la Semana Santa muleña hacen resonar los tambores en las tímidas manos de los nuevos tamboristas.

Cerca de 200 alumnos, catorce profesores y unas instalaciones donde todo gira en torno a este tradicional instrumento. No hay edad para aprender y prueba de ello es que conforman la escuela desde 26 niños menores de siete años hasta 87 mayores de 16 años, superando, además, el medio centenar de niños los que se encuentran entre los 7 y 16 años.

Las clases en la escuela daban comienzo el pasado mes de noviembre y cerrarán en pocas semanas. Desde entonces, dos días a la semana con los sábados incluidos para aquellas personas que por cuestiones laborales no pueden hacerlo de lunes a viernes, los niños y mayores han acudido a sus aulas para formarse en los toques tradicionales del tambor muleño, inculcándoles, además, el sentir de este festejo y las partes que componen el artesano instrumento.

Plin, tiki plin... 1-5-3-3-5-5-4-3-3... y sigue la partitura que los tamboristas memorizan mientras golpean con sus palillos las recamaras de la escuela donde reconocen y repiten una y otra vez los distintos toques de los tambores de Mula guiados por sus profesores, Santi, Carmen, Miriam, Jorge, Cayetano, Manolo, y así hasta un total de catorce voluntarios amantes de transmitir las tradiciones.

La Escuela del Tambor cerrará sus puertas con una gran gala exhibición de los alumnos que se celebrará en el Teatro Lope de Vega el próximo 16 de marzo, cuando las Jornadas de Exaltación del Tambor hayan llenado de tradición las calles de Mula y cuando falten sólo unos días para la gran fiesta de la Noche de los Tambores.

Serán parte de los alumnos de esta escuela quienes, en la Noche de los Tambores, junto a la Torre del Reloj de la plaza del Ayuntamiento, se dispongan a iniciar el toque de tambores cuando suenen las doce campanadas de la media noche tras las que miles de tamboristas congregados en la plaza y calles aledañas hagan sonar sus tambores en una de las noches más largas y multitudinarias de la localidad.